Finalmente se dio el regreso de Federico Poggi a Primera. Uno de los factores claves del ascenso histórico a Primera tuvo su estreno en el Apertura con San Martín, después de superar un par de desgarros en el cuádricep izquierdo. El Enano ingresó en el complemento y en los 35′ que estuvo en cancha demostró que su calidad está intacta. Claro que, tal cual reconoció después del juego, todavía le falta ritmo de competencia, algo totalmente lógico después de semejante inactividad.
Poggi se paró desde su ingreso preferentemente por el costado izquierdo del mediocampo. Le brindó el cambio de ritmo que necesitaba el Verdinegro, sobre todo después del descuento de Diego García. Con algunos centros y un par de desbordes aportó bastante por su sector. Con el paso de los minutos pareció tener el clásico ahogo de un futbolista que hace mucho no juega e incluso se paró por el costado opuesto. Los cinco minutos que estuvo por la derecha de la ofensiva sirvieron para que el propio Garnero le dijera que volviera al otro sector, donde había sido lo mejor que mostró. En el final y pese al esfuerzo del zurdo y todos sus compañeros, quedó el sabor amargo de una derrota que se forjó en la tibieza del primer tiempo del equipo sanjuanino.
"Rescato que el equipo se entregó hasta el final por el empate. Creo que haber comenzado algo dispersos y quedar abajo 2-0 nos perjudicó demasiado. Es una diferencia que en Primera no se puede dar y más frente a un grande del país como Independiente", analizó el volante de 30 años. A la hora de hacer un balance de su labor en la media hora que estuvo en cancha, el ex Arsenal, club con el que tuvo su anterior excursión en la máxima categoría, analizó que "estoy contento por el tema de haber jugado otra vez. Estaba ansioso porque no estoy acostumbrado a estas lesiones. Me sentí bien desde lo físico, pero con una lógica falta de ritmo. Igualmente, hay mucho por mejorar en todo sentido. Tanto yo, como el equipo, debemos seguir mejorando".
