El destacado biblista argentino Ariel Álvarez Valdés decidió dejar el sacerdocio tras un largo conflicto con el Vaticano por cuestionar narraciones bíblicas, informó ayer el obispado de Santiago del Estero.
La diócesis, a la que él pertenecía, desde hace dos años le había prohibido dar clases, publicar libros y escribir artículos periodísticos por no creer en la existencia de Adán y Eva, entre otras opiniones.
"Resulta triste que tenga que dejar el sacerdocio para poder dedicarme a la Biblia; pero desde hace casi dos años estoy impedido de hablar, escribir, publicar, enseñar o dar cursos, y todo por unas afirmaciones que resultan secundarias para nuestra fe, como es el caso de Adán y Eva, que no afectan ningún dogma", dijo el exégeta bíblico en declaraciones a medios santiagueños.
Álvarez Valdés, reconocido en el mundo y con libros que llegaron al público masivo, sostuvo que solicitó la pérdida del estado clerical, para "poder dedicarme a la Biblia y enseñar sin presiones la Palabra de Dios".
Desde hace 15 años Álvarez Valdés mantiene un debate con Roma debido a algunas afirmaciones que vertió en sus libros, en particular en la colección "Los enigmas de la Biblia", y que fueron observadas por la Congregación para la Doctrina de la Fe a través del entonces secretario, Tarcisio Bertone, hoy mano derecha del papa Benedicto XVI.
Si bien la Santa Sede reconoció por escrito que el biblista santiagueño no tenía errores doctrinales, cuestionó que haya "hecho públicas" tales enseñanzas, por entender que podían generar confusión entre los fieles.
Álvarez Valdés se caracteriza por cuestionar muchas creencias extendidas entre los cristianos sobre narraciones del Antiguo Testamento y aspectos de la vida de Jesús que, a su juicio, no afectan las verdades esenciales de la fe.
Centralmente, rechaza que se tome a las Sagradas Escrituras como un libro de historia. Por caso, no cree que haya existido el Arca de Noé, y mucho menos que haya tenido las dimensiones que aparecen en el relato de La Biblia.
Dueño de un lenguaje llano, también cuestiona que los Reyes Magos hayan sido tres, y que Jesús haya vivido 33 años.
En 2007 publicó un artículo donde también pone en tela de juicio que Cristo haya nacido en Belén, y considera que lo más probable es que su alumbramiento se haya producido en Nazaret.
