Hace casi seis años, los policías sanjuaninos sólo tenían 50 chalecos antibalas para protegerse. Hoy cuentan con 856, de los cuales 360 comenzaron a ser entregados ayer. Así, el 85 por ciento de los efectivos que necesitan llevar este elemento de seguridad porque realizan tareas de riesgo, ya lo posee. Y en unos 90 días más llegará la última tanda de chalecos para que todos estén protegidos. El gasto para la compra fue financiado por el Gobierno provincial, desde donde adquirieron también 116 computadoras destinadas a todas las comisarías de la provincia (ver recuadro).
"A fines de 2003 había 50 chalecos en toda la Policía de San Juan y estaban muy deteriorados porque tenían mucho tiempo de uso. En ese momento había alrededor de 2.800 policías", comentó el jefe de la Fuerza, Miguel González. Agregó que "actualmente hay unos 3.100, pero de ellos sólo necesitan el chaleco unos 1.000, que son los que recorren las calles". El resto del personal está integrado por empleados administrativos y técnicos, oficinistas, profesores de la Escuela de Policía, Bomberos e integrantes de Criminalística.
Los primeros 495 chalecos antibalas fueron adquiridos entre los años 2004 y 2007. Esos elementos fueron entregados a las unidades de acción rápida de la Policía, integrada por el Comando Radioeléctrico, la Guardia Urbana, la guardia de infantería y a las patrullas. "Desde ese momento todos los policías que están recorriendo las calles en autos, motos, bicicletas o caminando cuentan con el elemento de seguridad", comentó el Jefe de Policía.
Ayer comenzó la entrega de la cuarta tanda de chalecos. Son 360 equipos que fueron licitados en diciembre, con un costo de $2011 cada uno. Así la inversión que hizo la Provincia fue de 732.200 pesos. Estos nuevos elementos de seguridad están destinados a las unidades de prevención, es decir a los oficiales que están en las comisarías y ocasionalmente tienen que salir.
La totalidad de los chalecos fue comprada en la Sastrería Militar del país. Se trata de equipos de alto nivel que están dentro de la categoría RB3. Poseen un panel balístico removible y flexible en el pecho y la espalda. Según explicó González, soportan desde impactos de balas calibre 22 y 9 mm, hasta balas de un arma Magnum 44, un arma de estilo profesional de alto impacto. Además protege a los oficiales de heridas punzantes de cualquier tipo de arma blanca.
"Es la primera vez en la historia de la Policía de San Juan que se hace una compra de este tipo. Lo que queremos es proveer a todo el personal de servicio de chalecos para brindarles mayor seguridad", destacó el Jefe de la Policía. Y detalló que para esto falta realizar una última compra de aproximadamente 150 chalecos, que se hará en unos 90 días.
