El extraño polvo blanco que explota y que ya dejó siete personas heridas -entre ellas un niño y tres policías- en la última semana, es Amida de Sodio, un químico que es altamente inflamable y que se utiliza para teñido de prendas y otros productos. Personal de Medio Ambiente encontró ayer seis tachos que contenían la sustancia y que fueron arrojados deliberadamente hace más de 20 días en el vertedero provincial en La Bebida, Rivadavia. Ahora, investigan para dar con la empresa que tiró la peligrosa sustancia.
El enigma comenzó a develarse ayer. En principio, la policía señaló que era sodio metálico. Después, el personal de la Subsecretaría de Medio Ambiente confirmó que en realidad se trataba de Amida de Sodio. Y lo corroboraron en la mañana cuando hallaron esos tachos metálicos similares a los de 200 litros con la denominación de ese químico -todo en inglés y proveniente de la India-, catalogado como sólido inflamable y que con el sólo contacto con el agua emite gases inflamables. El ingeniero químico Víctor Más, a cargo del área de Gestión de Residuos Sólidos, explicó que la sustancia tiene diversos usos en la industria, como por ejemplo para tinturas de prendas de vestir. Tres de esos recipientes los tenía César López, un recolector de chatarra y cartón que habitualmente escarba los desechos en el vertedero provincial en calle Pellegrini y 5, en La Bebida, Rivadavia. Ese hombre relató a DIARIO DE CUYO que hace 20 días encontró seis tachos sellados y precintados, y que al abrirlos encontró pequeñas bolsas con un polvo blanco, todo protegido con telgopor y otro plástico. "No sabía qué era, así que volqué las bolsas en una zanja y me traje los tachos", relató. A tres de esos tachos los dejó en su casa de calle Morón y al resto los vendió en una chacarita, dijo.
Esas bolsas que quedaron en el basural son las que el lunes último en la siesta explotaron y provocaron quemaduras a tres bomberos que inspeccionaban el lugar. La sospecha es que otras bolsas fueron recogidas y arrojadas en otro sitio. Así, se supone, que llegaron hasta ese descampado en calle Morón, al lado del galpón de Recuperadora "Don Mariano", donde se quemó el pequeño Leonardo Arancibia (12) el lunes en la mañana. Ese depósito ayer fue clausurado por falta de habilitación, dijeron en Medio Ambiente. El chico, aún internado, relató que pisó el polvo blanco y se produjo un estallido que le quemó el rostro, las manos y el abdomen.
De la misma manera, creen que algún cartonero metió otras bolsas entre las pilas de cartones y así llegaron hasta el otro galpón de recuperadora "Don Mariano", en Pocito, en cuyo predio se quemaron tres obreros el miércoles de la semana pasada en otra explosión.
"Ese químico fue arrojado por alguna empresa a la que ya no le servía. Esto fue una irresponsabilidad. Ahora, estamos averiguando de dónde provino", señaló el ingeniero José Espinoza, de Medio Ambiente. El manejo, el transporte y la eliminación de esas sustancias peligrosas tienen un procedimiento especial regido por normas internacionales, lo que evidentemente no se respetó, explicó otro funcionario. Aparentemente, ese producto químico estuvo sin uso y guardado en algún lugar por mucho tiempo. Es que los tachos exteriormente parecían viejos, pero la sustancia estaba intacta, señalaron fuentes del caso. La hipótesis es que se quisieron deshacer del químico y lo tiraron clandestinamente en el vertedero provincial, a pesar de que ahí se lleva un control de todo lo que se arroja. Se hablaba por lo bajo que podría venir de una empresa textil. La policía y el personal de Medio Ambiente iban a ver los registros de los camiones que entraron hace 20 días al basurero y esperaban poder identificar a los responsables.
