La Municipalidad de Rivadavia colocará cercas móviles en la salida de las escuelas que hay en el departamento, para evitar que los chicos que salen o entran a clases tengan accidentes de tránsito. Esto se llevará a cabo porque en los últimos meses hubo al menos 3 niños atropellados por automóviles en la puerta de los establecimientos. El proyecto ya fue aprobado por el Concejo Deliberante de esa comuna y la idea es que en pocas semanas comiencen a colocar las cercas.
El proyecto surgió porque hay muchos establecimientos escolares, en Rivadavia, ubicados sobre calles o avenidas muy transitadas. El horario de salida de clase generalmente coincide con horas pico y el lugar se vuelve un escenario hostil para los alumnos. La idea del cerco móvil no es nueva. De hecho, hay un colegio en Capital, el Fray Mamerto Esquiú, que ya la implementa desde hace años, debido a los accidentes ocurridos en el lugar. "Estas estructuras sirven para que los chicos no pasen de la vereda a la calle. Lo que hacen es contenerlos y obligarlos a que crucen la calle por la esquina", dijo el concejal Alfredo Agliozzo, uno de los autores del proyecto.
El tema ya fue enviado a la Secretaría de Educación de la Municipalidad de Rivadavia, donde se elaborará un informe con el nombre de las escuelas más problemáticas, que son las que necesitan con urgencia esta clase de contención vial. Una vez que esté listo este paso, saldrán a colocar las cercas. La idea de que sean móviles responde a que puedan retirarse de noche o en época de verano. Las ceras serán colocadas en las banquinas o en las mismas veredas, según las características edilicias de cada establecimiento.
Según Agliozzo, las escuelas más problemáticas son las que están por Avenida Libertador (Escuela 72, Colegio Integral y la que está en Marquesado). Mientras que por Avenida Ignacio de la Roza, las más conflictivas son la que pertenecen a la Universidad Católica de Cuyo y la que está en La Bebida. La ordenanza contempla colocar cercas de seguridad tanto en escuelas privadas como estatales.
Además, lo que se propuso es que en las escuelas se designe alumnos que funcionen como "detectives de tránsito". Es decir que sean los chicos los que controlen que los padres no cometan infracciones de tránsito cuando los llevan o van a buscarlos. "Se paran en doble fila, estacionan en cualquier lugar y esto genera caos y es muy peligroso. Quizás si son sus propios hijos los que los corrigen, la medida sea efectiva", dijo Agliozzo. Sin embargo esto llevará más tiempo en ser implementado ya que requiere el trabajo en conjunto con toda la comunidad escolar.
