La Casa Blanca presentó ayer su nueva Estrategia de Seguridad Nacional, que establece el conflicto armado como último recurso y se distancia así de la doctrina de la guerra preventiva y el unilateralismo establecido por su antecesor, George W. Bush.

En una ruptura formal de la era unilateralista de Bush, la estrategia de Obama opta por ampliar la cooperación más allá de los aliados tradicionales de EEUU y abarcar a potencias emergentes como China, India, Rusia, Brasil o Sudáfrica para compartir la carga internacional. La nueva estrategia, de 52 páginas, enfatiza también el fortalecimiento de las instituciones internacionales como herramientas para resolver los conflictos.

"Nuestro foco es una estrategia que amplíe nuestras fuentes de influencia en el mundo y nos permita usarlas para hacer frente a los desafíos del siglo XXI", afirmó en declaraciones a un pequeño grupo de medios el viceconsejero de Seguridad Nacional, Ben Rhodes.

La Estrategia de Seguridad Nacional, la primera del presidente Barack Obama, es un documento que el Gobierno estadounidense emite al comienzo de cada mandato, por exigencia del Congreso, y fija las prioridades diplomáticas y defensivas del país.

La nueva estrategia pone el énfasis en la cooperación internacional y en el desarrollo de alianzas, con lo que abandona el unilateralismo de Bush, en su doctrina de la guerra preventiva expuesta en 2002. Según Rhodes, este cambio de énfasis representa "un giro de 180 grados" para hacer frente a desafíos como el terrorismo internacional y el doméstico, así como el cambio climático o la proliferación nuclear.

El documento pone también el énfasis en la detección de personas radicalizadas antes de que puedan ponerse en contacto con movimientos terroristas, mediante esfuerzos dentro de las distintas comunidades, explicó Rhodes. El documento menciona específicamente a la red terrorista Al Qaeda como el gran enemigo de EEUU y señala también los programas nucleares de Corea del Norte y de Irán.

La Administración "llevará el combate" contra los extremistas "allí donde tramen sus planes y se entrenen, en Afganistán, Pakistán, Yemen, Somalia y más allá", indicó el miércoles el asesor en la lucha contra el terrorismo de la Casa Blanca, John Brennan. No obstante, Brennan precisó: "usaremos la fuerza de manera prudente, reconociendo que a menudo necesitamos usar el bisturí y no un mazo".