Desde que el Gobierno provincial empezó con el plan de erradicación de villas, en 2005, y sumando las 161 familias que fueron trasladadas ayer, ya totalizan 5.320 los grupos que han recibido una nueva casa gracias al plan oficial implementado desde la administración local. El dato surgió cuando tuvo lugar el operativo número 85 en Marquesado, departamento Rivadavia, que hace que el total de personas beneficiadas ascienda a 26.600.
El plan de erradicación de villas es uno de los puntales de la gestión giojista ya que se propone solucionar el problema habitacional de los sectores más carenciados e incluso ha sido tomado como modelo en otras provincias argentinas.
El operativo de ayer fue para erradicar una villa emblemática en Rivadavia, llamada San Expedito, ubicada a un costado de la popularmente conocida Curva de los Tontos. Incluso los vecinos del asentamiento, que tiene unos 10 años, según confirmaron ellos mismos, protagonizaron varios cortes de la calle pidiendo una solución habitacional, que al fin llegó ayer.
Como el gobernador José Luis Gioja se encontraba en Buenos Aires participando en un encuentro con autoridades chilenas, la representación oficial estuvo encabezada por el secretario de Obras Públicas, Vicente Marrelli, acompañado por el interventor en el Instituto Provincial de la Vivienda (IPV), Martín Juncosa.
Los habitantes de la villa erradicada fueron llevados al Barrio Cuyo Sector II, ubicado en la zona de La Bebida, del mismo departamento. Las viviendas tienen 2 dormitorios, cocina-comedor, baño con sus artefactos, con su correspondiente pintura y veredas.
“Se trata de un sistema solidario en el que a través del pago de una cuota se debe seguir aportando al sistema para seguir financiando la construcción de nuevas viviendas”, dijo Marrelli. En el caso de estas familias, desde julio del año pasado estuvieron abonando una cuota-ahorro de 100 pesos mensuales, pero ahora, con la nueva casa entregada, pasarán a pagar entre 600 a 700 pesos, estimó el funcionario.
Para trasladar a las familias, el operativo comenzó muy temprano, minutos después de la 7 de la mañana. Claro que, para eso, todos los habitantes ya habían sido advertidos y tenían sus pertenencias embaladas y listas para llevarlas al nuevo hogar.
La mecánica del traslado de los pobladores, como en las ocasiones anteriores, se caracterizó por la utilización de personal y camiones de la Dirección de Vialidad, de Hidráulica, de Arquitectura, OSSE, Energía San Juan, Ejército Argentino y Gendarmería Nacional, que se encargaron de transportar todos los muebles y pertenencias de los vecinos.
Las viviendas erradicadas eran sumamente precarias y no estaban preparadas para soportar las inclemencias climáticas. Ante una lluvia, las inundaciones eran moneda corriente y frente a un viento Zonda, la tierra y el polvillo penetraban sin inconvenientes al interior de las precarias construcciones.
