Las variedades de uva para pasas, de a poco, parecen repuntar su precio, de acuerdo a que hasta hace 20 días los industriales le pagaban al viñatero entre $0,90 y $1,20 (prácticamente lo mismo que el año pasado); mientras que por estos días de ‘piso’’ están ofreciendo $1,20, aunque en algunos casos eso obligue a los productores a poner la pasa en el secadero, en tanto que otros pagan un poco menos, pero absorben el flete. La razón de este salto es que esta vez los viñateros hicieron valer la poca uva que hay en los parrales y ‘aguantan’’ hasta que aparezca el mejor postor, aunque la forma de pago se estire a 6 u 8 meses, en el peor de los casos.
Cuando por el 15 de enero pasado una uva Flame se pagaba a $0,90, apenas un industrial sacó a través de este medio un aviso para tentar a los viñateros con cifras más altas, terminó levantando polvareda. Hasta ahí, ese empresario recibió fuertes críticas de sus colegas, pero con el transcurso de los días y ante la falta de uvas en las fincas, casi que se vieron obligados (a regañadientes) a elevar el precio, pero por lo bajo dispararon munición gruesa: ‘Ofrecen fortunas y después pagan como pueden o no pagan y realmente esto no es así. Es verdad que se está pagando más porque la uva es poca, pero que algunos ofrezcan $1,50 por una Superior o una Sultanina es reventar el mercado, cuando todos sabemos que están frenados los envíos al exterior’’, dijo a este diario un reconocido empresario pasero.
Por ejemplo la firma Meló publicitó que paga por una Sultanina $1,30; Fiesta $1,20; Flame $1,20; una variedad 351 $1,20 y por una Superior $1,25, valores a los que hay que sumarle el IVA. Otra de las empresas que compran a valores altos por estos días es Gepins S.A., que salió al ruedo pagando por ejemplo $1,30 por la Sultanina; $1,20 por la Fiesta; $1,20 por Flame. En ambos casos, el flete queda en manos del productor, que llega a desembolsar entre 10 y 12 centavos por kilo de uva que transportada, siempre y cuando tenga liquidez para afrontar ese gasto, porque de otra manera el industrial se lo termina descontando.
Por otra parte, esta semana salió el empresario Alberto Cassab a cruzar a los que ofrecen precios altos. ‘Los que conocemos el paño y no especulamos, sabemos muy bien cuánto es lo que se debe pagar. Si fuera por nosotros pagaríamos todo lo que se pueda, pero la realidad nos dice que hay un mercado, que es el externo, que no ha salido a comprar todavía y créame que yo a esta altura otros años ya tenía ubicados 20 containers y hoy por hoy no tengo uno solo. Entonces nos sinceremos en el sector, porque de nada sirven algunas prácticas’’, contó. El brasileño, principal mercado de las pasas sanjuaninas, está deprimido y con stock suficiente como para ajustar las compras, algo que tiene ‘de los pelos’’ a los popes de la pasa sanjuanina, que saben de antemano que con Brasil pasivo será una temporada crítica.
