Un tren cargado con músicos, pintores, malabaristas, poetas y otros artistas jóvenes, arribó al Centro Cultural de la Estación San Martín ayer por la tarde. Es Tu Arte, así se la denominó a la primera exposición estudiantil (a beneficio de Fundamé) en la que hubo un cruce de numerosas actividades artísticas durante horas y que convocó al público a participar de numerosas propuestas y entretenimientos. Organizado por la Federación de Estudiantes Secundarios Sanjuaninos, la expo tuvo de todo para disfrutar. Niños, adolescentes y adultos celebraron una agradable tarde con bandas de rock, poesía, pintura, malabaristas de variados estilos, hip hop, rap y el contagioso ritmo de la murga.

La jornada inició un poco más de las 18 con la entrada triunfal de la murga Desenfrenados del Pueblo Viejo. Esta murga auténticamente ‘verdinegra’ fue la encargada de comenzar con la fiesta al sonido de los bombos, platillos y canciones alegóricas al medio ambiente y la paz.

Seguido de ello, entraron en acción Los Mellis de Cuyo. Alan y Alex Montero, dos chicos de 8 años de edad, se ganaron el cariño del público con sus tonadas, valses, cogollos y coplas.

Mientras las guitarras de estos pequeños talentos sonaban fuerte y alto, los hermanos Balmaceda, Yuliana y Gustavo, quienes integran la Revista Fetiche, se encargaron de dibujar y pintar en vivo, a un costado del andén. A la vez que exponían sus obras en un mural para que esté a la vista de todos. En otro rincón, varios stands de ONGs como La Glorieta, Mujeres del Pabellón Diverso, ARIO, Identidad Animal, entre otras llamaban la atención de los visitantes a la expo. Cada uno mostrando sus propuestas y consignas.

Luego del tiempo del folklore, vino el rap y el hip hop de la mano de José González, más el rock del grupo Esto no tiene nombre, Delia Negra, Almas Gemelas, Contramano y Buen Viaje. También, el grupo Malabaristas Clandestinos, salieron a escena con una performance de clown con todo tipos de elementos. Y aquello que más sensación causó entre los espectadores, fue la liberación de libros. Cuando alguien terminaba de leer un texto, hacía una dedicatoria en su primera página y lo dejaba en cualquier parte. Luego venía otra persona, lo encontraba y se lo llevaba para leer. Así le daban el carácter de libro viajero, donde circulaba por muchas manos. Al caer la noche, la murga Los Fanáticos del Ritmo dio por concluida la expo con mucha alegría.