Por esas curiosidades que tiene la vida, Roberto Castro no sólo proyectó y construyó rutas importantes de muchos lugares de la Argentina sino que luego decidió correr por esos caminos y demostrar que si hay voluntad y actitud siempre se puede. Todo comenzó a los 45 años cuando su única actividad física era uno que otro partido de fútbol, tenis o paddle, y en un examen médico de rutina descubrió que tenía colesterol alto. No quedaba más alternativa que salir a caminar, trotar o correr, ya que no tenía sobrepeso ni tampoco cometía excesos en las comidas siguiendo su prolija línea de conducta. Como tantos otros sanjuaninos eligió el Parque de Mayo como centro de entrenamiento y no paró. Su objetivo actual es terminar en la Edición 39º de la Maratón BMW, que se realiza hoy en Berlín, entre el 15 por ciento de los 40 mil participantes que disputarán, algunos los 300 mil Euros, otros el orgullo de culminar la competencia catalogada como la más rápida del mundo por los tiempos históricamente registrados. De hecho el actual campeón de la ruta alemana, el keniano Patrick Makau, ganó el año pasado con un tiempo impresionante de 2 horas 3 minutos con 38 segundos superando así al etíope Haile Gebrselassie, quien detentaba el récord con 2 horas 3 minutos 59 segundos. Estos resultados son sensiblemente menores a los promedios de los ganadores de otras maratones de 42 kilómetros que oscilan las 2 horas y media, o un poco más.
"Empecé a correr en el Parque y ahí me fui prendiendo con otras personas que corrían hace años y me motivaron para que participará en competencias locales. A la par comencé a interiorizarme, a leer por internet sobre las características que debía tener una buena zapatilla, y todo aquello vinculado a éste tema. Antes de lo previsto ya estaba inscripto en la Maratón de 42 kilómetros de Mendoza en el año 2007", recuerda Roberto.
Claro que en aquella competencia terminó el circuito en 4 horas 6 minutos, luego su promedio bajó a 3 horas 34 minutos en la Buenos Aires, que está catalogada como la mejor de Sudamérica. En esta última tuvo dos participaciones, otras dos en Chile, una en San Francisco, todas ellas urbanas, más otra a campo traviesa en el Sur Argentino. Si bien este tipo de aventura lo atrapa, las más importantes son maratones urbanas.
"Mi mejor tiempo fue el de Buenos Aires, el año pasado, para mis 52 años en ese momento, hacer 3 horas con 34 minutos fue un verdadero logro. Otro tiempo importante fue en la de San Francisco que si bien hice 3 horas 42, se transita por un circuito muy difícil como son las calles de esta ciudad con marcadas pendientes. Allí terminé entre el 12 por ciento de 25 mil mil participantes. Claro que más allá de mi satisfacción de haber terminado todas con buen tiempo, eso también me permite conocer y, si se puede, viajar con amigos o alguno de mis dos hijos (Hernán -19- y Juan Ignacio-16-)".
Estas grandes maratones cuentan con servicios de lujo para la asistencia a los competidores, expo maratón que es un evento paralelo con stands de ropa deportiva, merchandising, entre otros. Claro que son pocos los que compiten a nivel profesional, cuentan con el apoyo de grandes empresas y forman parte del equipo oficial de su país, algo casi reservado para los número uno del mundo. Ellos trabajan con equipos de competición que colaboran para que "el más apto", logre los mejores tiempos porque hay mucho dinero en juego. En el caso de Berlín, el primer premio que otorga la empresa BMW es de 300 mil Euros al ganador, más otros premios inferiores hasta el quinto puesto.
Del total de 40 mil participantes que corren hoy por las calles de las principales ciudades de Alemania, sólo unos 60 forman parte de equipos profesionales de maratonistas, el resto lo hace amateur y con grandes esfuerzos. De Argentina asisten seis personas, más otros 20 argentinos radicados fuera del país.
"Una de las cosas maravillosas de todas las carreras es que pasan por los lugares más emblemáticos, por ejemplo en Berlín parte de las puertas del Brandeburgo y pasa por los lugares históricos. Es como un circuito turístico que uno puede disfrutar a pleno, esto sin contar que asiste un millón ochocientas mil personas a ver el espectáculo. Es algo increíble", relata Roberto.
El equipo de un maratonista cuenta cada vez con más tecnología, desde zapatillas adaptadas al pie de cada atleta, hasta ropa de compresión, que evita que se produzcan microfisuras en los músculos que ocasionan fatiga muscular.
Roberto es el titular de la empresa MPC, conformada por un equipo de trabajo especializado en el ámbito de la ingeniería civil, que cuenta con obras hidráulicas, mineras, viales y ambientales, tanto en la provincia como en otras del Sur Argentino. "Es gracias a este grupo humano que me apoya que puedo ir a correr maratones, de otro modo no podría hacerlo. También Sebastián Fernández, uno de los jóvenes ingenieros de la empresa es una apasionado de esto y hemos corrido juntos en Chile. Allí también viajé con otro amigo, Rody Mo, quien se sumó a correr hace poco tiempo. Ambos hicieron la categoría de 21 kilómetros", dice Castro.
Roberto realiza chequeos periódicos y cuenta con un médico de cabecera, el doctor Fabio Flores, quien se encarga de suministrar vitaminas y recomendar una dieta equilibrada. Además de asistir al gimnasio tres veces a la semana con Mario Chávez, corre 13 kilómetros por día de lunes a viernes, y unos 25 kilómetros los sábados.
"Tengo mejor estado físico que a los treinta y soy muy metódico para correr. De hecho dejó de trabajar a la una menos diez, a la una ya estoy en el parque corriendo. Eso te cambia la vida, te sentís mejor, con más energía, podés estar cansado pero con la mente lúcida", explica.
La próxima meta de Roberto es la maratón de Nueva York o Hawai, ambas también muy codiciadas por los atletas del mundo y que demandan serias exigencias para poder participar, tales como competencias anteriores con sus respectivos tiempos que determinan si es apto para esa carrera o está dentro de los parámetros exigidos por sus organizadores.
Para ello se hace una pre inscripción y luego informan si es aceptado o no para pagar el arancel correspondiente.
Está convencido que "siempre se puede empezar, es más cuestión de actitud que de aptitud. El primer objetivo es llegar, luego lograr algún tiempo ideal, y en tercer lugar superarlo".
