Fue en aquel emotivo 2-1 sobre Almirante Brown, también en Concepción, con el penal atajado en primera instancia a Sebastián Penco por parte de César Monasterio y con el tanto del triunfo del goleador mediante el disparo en el rebote.
En la noche del lunes 6 de diciembre del año pasado donde SP9 celebró el grito con dedicatoria incluida al técnico de entonces de San Martín, Darío Franco, quien lo había relegado al banco de suplentes. Esa fue hasta ayer la última vez que dos centrodelanteros del Verdinegro habían marcado en un mismo encuentro. Y la sequía llegó a su final frente a este Banfield de Ricardo La Volpe con los gritos en la etapa inicial del Gato primero, y el Motoneta después, en su caso mediante el tiro penal.
La fecha pasada y nada menos que en el clásico ante Godoy Cruz, Penco ya había roto la abstinencia de gritos de los nueve verdinegros en Primera. Ahora con el tanto de ayer acumula 35 tantos en sus tres campañas en Concepción para ser el segundo máximo goleador en la era profesional del club, aunque todavía bien lejos de los 66 de Pablo Marini.
Desde el arribo de Garnero al banco sanjuanino quedó en claro que para él la ley no escrita del fútbol, que algunos técnicos como Marcelo Bielsa pregonan, de que dos nueve no pueden jugar a la vez no se encontraba en su decálogo. A partir de entones apostó por la dupla Penco-Caprari como titulares y le dio buenos resultados hasta que el cordobés se quebró el dedo chico de su pie y entonces apeló a la dupla Penco-Roberval con la que obtuvo el ascenso en La Plata.
En este Apertura y debido a la recuperación de Caprari de aquella lesión no pudo contar con ambos desde el arranque, pero a partir del juego contra Racing los mandó a la cancha y repitió la fórmula en los últimos tres encuentros.
El tanto de Caprari llegó anoche mediante una media vuelta de derecha, justo cuando también se relamía para pegarle Penco. El tanto de quien lleva la nueve en la espalda llegó tras cambiar por gol un penal que le cometió el zaguero Víctor López.
