Muchas veces, la ‘tercera en discordia’ en una relación cree la popular frase ‘ya voy a abandonar a mi esposa’, que la mayoría de los hombres infieles repiten una y otra vez. Sin embargo, un número considerable de casos nunca llega a suceder. El infiel (casi) nunca deja su casa y la amante se aleja o soporta la situación.
Pero, si buscaron la felicidad en otro lado ¿por qué muchos hombres no abandonan a sus esposas? Aquí algunas respuestas:
1- En casa lo tiene todo: La verdad es que en su casa está todo lo que él necesita. Tiene comida, cuidados, hijos, posición social, sexo (aunque sea de manera regular, no le falta), ¿para qué arruinarlo? Muchos no quieren perder ni la pasión, diversión y desenfado que tienen con su amante y la seguridad que le dan el hogar y sobre todo su mujer.
2- El divorcio es complicado: A nadie le gusta enfrentarse a un proceso de divorcio, ya que es duro, complicado, triste y también lo puede dejar en la ruina, en especial si es un hombre infiel. Por eso mejor se evita audiencias, abogados, pensiones, división de bienes y muchos problemas como enfrentamientos con la pareja y familiares. Mejor se queda con su esposa…
3- No se quiere arriesgar: Aunque no parezca, el hombre no se deja llevar por un impulso. Está consciente de que quiere una aventura pero también reflexiona sobre lo que vendrá después y si no está muy convencido de tomar la decisión, no lo hará. ¿Si se aburre de su amante y se da cuenta de que extraña a su mujer? ¿Si esa relación resulta peor que su matrimonio? Él no se arriesgará a perder lo mucho por lo poco.
4- Su familia: Los hijos también le importan. El hecho de que al abandonar su casa deje de verlos con la misma frecuencia, le afecta. Ya no vivirá el día a día con ellos y muchas de las actividades cotidianas a las que estaban acostumbrados se perderán. Si se va de casa teme perder el cariño y sobre todo respeto de estos.
5- ‘Ama’ a su esposa: El que se haya sido infiel no quiere decir que el amor por su esposa se acabó. Para los infieles la amante es sólo una aventura, algo pasajero sin importancia, que cualquier momento se puede desechar, en cambio el amor que tiene por su esposa es ‘para toda la vida’.
