El ciclo lectivo 2010 llegó con una nueva tendencia: la suspención de clases motivada por los padres que reclaman mejoras en las condiciones de enseñanza de sus hijos. Ya sea por la escasez de porteros, por problemas edilicios o por fallas en el servicio de transporte de los chicos, los padres reaccionaron y frenaron el dictado de clases. Algunos tomaron los edificios, otros dejaron de mandar a sus hijos a los colegios. Como consecuencia, desde el comienzo del ciclo lectivo, hace un mes, la actividad quedó suspendida algunos días en 5 escuelas.
Este tipo de reclamos múltiples ya se había visto en la provincia. Pero siempre en invierno, en el inicio de clases después del receso de mitad de año, y como consecuencia de la falta de calefacción en los edificios escolares (ver aparte). Esta vez, en cambio, las medidas de fuerza implementadas por los padres para pedir soluciones a las autoridades llegaron en el inicio del ciclo.
Los pioneros fueron los padres de la escuela 17 de Agosto, de Las Flores, en Iglesia. Ellos no esperaron para tomar medidas, el día de inicio de las clases tomaron la escuela. Los reclamos estuvieron motivados por los problemas edilicios del establecimiento que, entre otras cosas, tenía letrinas en vez de baños, vidrios rotos, techos de lata y una sola estufa a leña para calefaccionar toda la escuela. Y la queja era vieja. Ya el año pasado los padres pidieron mejoras en la infraestructura. En ese momento, las autoridades del Ministerio de Educación y hasta el propio Gobernador, prometieron realizar obras en la escuela, y los padres se quedaron tranquilos. Eso cambió este año, cuando vieron que la escuela estaba igual y, cansados de promesas, decidieron tomar el establecimiento. La medida, que duró 15 días, fue suspendida cuando la ministra de Educación, Cristina Díaz, se comprometió formalmente a construir 7 aulas nuevas y a hacer arreglos.
Por su parte, los padres de los alumnos de la escuela Antártida Argentina, en Angualasto, también de Iglesia, decidieron tomar el colegio después del segundo día de clases. La escuela tiene una grieta grande en el techo y los padres temían que se desmoronara. Como consecuencia, la Dirección de Arquitectura hizo una inspección en el establecimiento y dijo que esas grietas eran "juntas antisísmicas que no tienen buena calidad de terminación" y que iban a arreglarlas.
Cuatro días después del inicio de clases, siguieron con la posta los padres de la escuela República de Chile, de Chimbas. Ellos tomaron la escuela por la escasez de porteros, ya que, de los 6 que trabajaban en el establecimiento en 2009, sólo quedó 1. Como consecuencia, los alumnos estuvieron sin clases 3 días. Los padres suspendieron la medida después de que el Ministerio de Educación enviara 3 porteros nuevos a esa escuela.
En los últimos días comenzó el reclamo de los padres de 2 escuelas de Jáchal. Una de ellas es la Gregoria Matorras de San Martín. Allí, los padres dejaron de mandar a sus hijos a clases. Temían que sufrieran un accidente por las malas condiciones de infraestructura del edificio escolar, sobre todo porque, según dicen, las columnas que sostienen los techos están a punto de derrumbarse. Para solucionar el problema, el Gobierno de la provincia contratará una empresa privada para que arregle el edificio. Como consecuencia, el lunes que viene los chicos volverán a las aulas.
El último reclamo también es jachallero y comenzó el miércoles pasado, último día hábil hasta ahora. Los padres de los alumnos de la Manuel Belgrano dicen que no mandarán a sus hijos a clases hasta que se reanude el servicio de transporte para los niños. Es que el colectivo que lleva a los alumnos que viven en la zona rural a la escuela tuvo un accidente y el servicio quedó suspendido. Los padres piensan reunirse mañana, por lo que tampoco habrá clases allí, para pedir una solución a las autoridades de Educación.
