Al menos tres policías heridos, vidrios rotos de ventanas, tres móviles policiales y un auto particular dañados y hasta un equipo periodístico asaltado fue el saldo de una batahola generada por allegados de un joven detenido supuestamente por agredir a una vecina. El puesto policial del Lote Hogar 34 en La Bebida, Rivadavia, volvió a ser blanco de la furia vecinal en un lapso de ocho meses, ya que anteriormente los vecinos atacaron el lugar tras la detención de una persona luego de una pelea entre bandas, informaron fuentes policiales. Sin embargo, este puesto sabe de agresiones diarias de menor envergadura, pues la pequeña construcción está ubicada en el centro de barriadas muy conflictivas, cuyos vecinos conviven con la delincuencia, la droga, la marginalidad y un temido enfrentamiento de pandillas.
El último incidente se produjo antenoche, luego de que los policías detuvieron un joven como supuesto autor de una agresión a una vecina. El procedimiento estuvo a cargo de los efectivos de la Motorizada 4, quienes le incautaron una bolsa con pegamento para drogarse y cuatro cartuchos de calibre 22, con punta hueca, informaron fuentes policiales. Mientras se producía el arresto, los policías fueron agredidos, por lo que salieron rápidamente del lugar. Sin embargo, inmediatamente tuvieron que volver, y con refuerzos, para ayudar a los efectivos del puesto policial, pues la gente empezó a atacar el lugar. En medio de la furia vecinal y una lluvia de piedras, dañaron dos motos de la Motorizada 4, un patrullero y el auto de un efectivo que trabaja en el puesto. Rompieron vidrios del lugar, la iluminación, al menos 3 policías terminaron heridos y mientras custodiaban el predio, tuvieron que realizar un operativo para recuperar la cámara que le robaron a un equipo de Canal 8. En esas requisas, las fuentes indicaron que incautaron botellas con nafta, que sospechan estaban destinadas a quemar el puesto.
La sede policial del Lote Hogar 34 se creó hace unos 4 años y desde su estreno no tuvo paz. Está pegada al Lote 30 y a pocos metros del barrio Penitentes, mientras que más al Este y pasando el canal, está el Lote 24. Es una pequeña vivienda con piso de portland, sin muebles y poco iluminada, que fue instalada para cuidar la escuela Anexo Diógenes Perramón. Los policías allí apenas tienen un equipo de comunicación, que está apoyado en el suelo porque no hay ni mesas. Suele haber dos o tres efectivos por turno, que terminar apedreados cuando salen a caminar.
Hace 8 meses se armó una batalla campal como la de antenoche y aquella vez hasta rompieron la puerta, que aún conserva el orificio de un balazo que les largaron.
Esos cuatro barrios son conflictivos y según los propios vecinos, abunda la droga, la delincuencia y son archiconocidas las peleas entre grupos por enemistades de todo tipo. Algunas bandas se ganaron nombre propio, como los “Caserones” o los “Diablos”, informaron.
Según contaron, es una zona roja donde los códigos suelen ser quebrados. En estos casos, acusan a los menores de edad, a los que llaman ‘moqueros’. En el lugar saben también que cruzar el puente para llegar a calle Pellegrini en horas de la noche es una ruleta rusa, porque allí los delincuentes se esconden para atacar. Y que cada intervención policial, por el hecho que sea, termina en una agresión al puesto.
