En la última fecha del torneo pasado Ezequiel Montagna fue uno de los reales protagonistas al anotar el segundo gol que sirvió para que San Martín superar en el clásico a Godoy Cruz. Y anoche, sin ser un goleador de vocación, volvió a marcar tantos vitales al despacharse con los dos que significaron el empate sobre San Lorenzo, precisamente ante el club en el que se formó, es hincha y que para este torneo lo cedió nuevamente al Verdinegro sin imaginarse que iba a ser su peor pesadilla.
“Por suerte me tocó hacer los goles y estoy contento por eso. Pero no los grité por respeto al club, porque me inicié acá, lo amó y quiero mucho a esta institución”, destacó ayer el volante.
“Veníamos preparando hace tiempo este partido, porque es una cancha grande, sabíamos que teníamos que jugar por momentos y otras veces meter y lo hicimos bien en lo grupal”, agregó.
Mientras que sobre los goles, se sinceró respecto al segundo: “Tiro centro, pero fue medio tiro al arco y entró”, contó con enorme felicidad.
