El tercer robo en lo que va del año, incontables ataques similares y constantes actos vandálicos. El blanco: la sede de la Dirección de Políticas Sociales Participativas, dependiente de la municipalidad de Rawson. Ayer en la mañana, la casona de ese centro social, ubicado en el barrio La Estación, fue nuevamente atacada por al menos dos delincuentes que ingresaron tras romper una malla metálica de un techo que da al fondo. Una vez dentro, los ladrones forzaron una puerta y robaron una estufa, 15 sillas plásticas, 2 reposeras, 2 palas y hasta la puerta de un baño. Afortunadamente, los empleados llegaron a tiempo, descubrieron rápidamente el robo y avisaron a la policía, que encontró parte del botín en un baldío lindante, aunque no localizaron a los malvivientes, dijeron las fuentes. Las autoridades reclamaron soluciones para frenar la ola de inseguridad que sufren desde hace tiempo.

La licenciada María del Carmen Aracena, a cargo de ese centro social, afirmó que diariamente concurren 25 personas para recibir ayuda en las tres áreas que cubren: discapacidad, tercera edad y juventud. Como consecuencia de varios robos que sufrieron en los últimos años, el municipio contrató a un sereno e instaló alarmas en el lugar, comentó Aracena. Pero eso no fue suficiente para evitar el tercer robo en el año.

Cuando la profesional y Germán Jaime (al frente de juventud) llegaron alrededor de las 8, se toparon con que la oficina que usan los serenos -se van a las 7:30- para pasar la noche y que no posee alarmas, estaba abierta. Al inspeccionar más de cerca vieron que un armario donde estaban las reposeras, una estufa y las sillas, también había sido violentado. Al parecer, los delincuentes usaron un tacho y una carretilla para escapar por el techo del fondo, aseguró Aracena.

De inmediato, Jaime corrió unos pocos metros hasta la base de la Motorizada Nro. II y luego varios efectivos recorrieron el baldío colindante. Allí encontraron abandonado casi todo lo robado, menos 8 sillas, afirmó el muchacho.

"Estamos cansados. Es el tercer robo en el año y es mucho el daño que nos hacen. Antes se llevaron cositas, pero nada como esto. No entienden que este es un bien social y por más alarmas y serenos, los ataques no paran. Acá la solución sería que el municipio erradique el baldío, porque muchas veces hemos encontrado gente drogada o durmiendo. Y ni hablar de las veces que nos han tirado piedras desde ahí", explicó María del Carmen Aracena.