La intención original de los pesquisas de Robos y Hurtos que dirige el subcomisario Jorge Carrizo, era confirmar si en esa casa de Tejada al 621, en la Villa Escudero, Chimbas, se encontraban algunas cosas robadas en una casa, pues sospechaban que allí se dedicarían a la compra y venta de objetos sustraídos. Y tan errados no estaban, porque encontraron algunos aparatos cuya propiedad no pudo acreditar quien los tenía. De todos modos el allanamiento arrojaría un resultado adicional más valioso para los policías: en la propiedad encontraron 1,300 kg de cocaína fraccionada en envoltorios, dijeron fuentes policiales.
Según voceros del caso, la mayor cantidad de ese estupefaciente, 1,215 kg., los tenían en su casa de la parte delantera de la propiedad Roberto Gutiérrez (50) y su pareja Valeria Carolina Rosales (35). En otra vivienda situada en los fondos del mismo predio habitada por un cuñado de la mujer identificado como Hugo Sergio Calleja (35), encontraron otros 85 gramos de cocaína y algunos objetos que, al parecer, pueden ser robados.
Esos elementos son un televisor led de 32 pulgadas, dos taladros eléctricos, una máquina de soldar, un estéreo y un equipo de sonido que las víctimas de robos pueden ir a ver en la Central de Policía, para determinar si son o no los que perdieron a manos de los delincuentes.
Ayer, los policías salieron convencidos de que habían asestado un serio golpe a la venta de esa costosa droga, ya que la cantidad secuestrada está lejos ser la usual que alguien usa para el consumo personal.
El caso será resuelto por el juez federal Leopoldo Rago Gallo.
