Días atrás, el CEO de la compañía brasilera Vale en Argentina, Edoardo Santana, viajó a Mendoza y mantuvo una serie de reuniones con el ministro de Economía, Enrique Vaquié, y el subsecretario de Minería y Energía, Emilio Guiñazú. Según afirmaron medios mendocinos, ambos funcionarios tiene claras instrucciones del gobernador Alfredo Cornejo para encontrar una solución al conflicto y reactivar la mina Potasio Río Colorado.

Sin embargo, en una reciente reunión con inversores y analistas en Nueva York, el CEO mundial de la compañía, Murilo Ferreira, admitió que la opción de seguir al frente del proyecto es remota: “Vale no tiene intención de reactivar el proyecto, considerando la disciplina de locación de capital de la empresa. Nada ha cambiado hasta ahora”, dijo el máximo representante del holding brasilero. La opción entonces sigue siendo una posible venta del proyecto. Incluso, voceros del gobernador Cornejo advirtieron que si Vale finalmente no tiene interés, entonces “debería apurar el proceso para transferir sus activos”.

En el marco de esta dualidad de vender o reactivar, aparecen actores fuertes como China y Rusia interesados en tomar en sus manos la continuidad del yacimiento de potasio mendocino o en una eventual y futura licitación.

Cabe recordar que el emprendimiento localizado en Malargüe debería reactivarse antes del 2017, sino la concesión de la provincia se caerá y deberá volver a licitarse. El proyecto en cuestión mantiene paralizadas sus actividades desde 2013, cuando suspendió las operaciones tras revisar los planes internacionales y determinar que la inflación y el atraso cambiario no generaban el mejor contexto productivo.

El cambio de clima político, con la llegada del gobierno de Mauricio Macri, y la liberación del dólar y del cepo al giro de dividendos, entre otros aspectos, parecen haber modificado en parte esa decisión que ahora el conglomerado brasileño revisa estudiando opciones que puedan terminar en una reactivación del yacimiento mendocino.

Originalmente la empresa pretendía producir unas 4,3 millones de toneladas anuales de potasa, una sal de potasio que junto al nitrógeno y al fósforo funcionan como fertilizantes esenciales para el crecimiento de los cultivos. El CEO de la compañía le habría informado al ministro de Economía mendocino que hasta ahora Vale invirtió 1.500 millones de dólares entre el complejo de Malargüe, la traza ferroviaria y la terminal portuaria en el sur de Buenos Aires. Tras escuchar la exposición de Santana, las autoridades mendocinas informaron que la reunión sirvió para unificar criterios “en busca de alternativas para superar las limitaciones que tiene el proyecto”.

De hecho sostuvieron que “actualmente existe una coyuntura más amigable para poner en marcha nuevamente a Potasio, y lo importante es que también hay voluntad por avanzar”.

Desde el lado de la reactivación, los funcionarios mendocinos anunciaron que el fin del cepo y la devaluación son “grandes aliados”. Además, es posible que la provincia le otorgue a Vale algún tipo de beneficio fiscal. “Potasio Río Colorado se reactivará en esta gestión. Vamos a colaborar para minimizar riesgos, pero el riesgo empresario es otra cosa y no podemos hacernos cargo”, afirmaron desde el gobierno de Cornejo, angte la ambigüedad de gestos en la máxima línea ejecutiva de la empresa.