Buenos Aires, 9 de noviembre.- Lily Allen ha sido ingresada este viernes por una infección de la sangre llamada septicemia, posiblemente causada por la presencia de restos fetales que no se retiraron durante su reciente aborto. Un amigo de la cantante ha declarado que están "extremadamente preocupados" por su estado de salud, aunque la joven está respondiendo bien al tratamiento.
La artista sufrió hace una semana un aborto espontáneo. Anteriormente ya había perdido un embarazo. Tras la intervención quirúrgica, Allen regresó a su casa para descansar y agradeció a los fans el apoyo prestado; pero la pesadilla aún no había terminado: este viernes ha sido ingresada de nuevo.
Según ha declarado su representante Murray Chalmers al diario Daily Mail, la artista "está en el hospital, siendo tratada por septicemia". Y añade: "Está respondiendo bien al tratamiento y su situación continúa mejorando". Dificil momento para la artista…
