Cuando pasado mañana, se reúnan aquí en Mendoza todas las cámaras empresarias que conforman la Corporación Vitivinícola Argentina (Coviar), junto a los ministros de la Producción y Agroindustria del oeste productor -Marcelo Alos de San Juan, Marcelo Barg de Mendoza y Mario Salomón de La Rioja-, un tema de coyuntura -entre otros-, se tratará en la mesa oval del subsuelo de la Bolsa de Comercio: ‘la pérdida de competitividad del sector exportador vitivinícola argentino‘. Toda una señal de preocupación que ha copado las agendas de los dirigentes y empresarios del sector desde hace un par de semanas y que están intentando junto a las autoridades de las provincias, buscarle una pronta salida. Los tiempos corren, advierten, y los empresarios empiezan a ponerse nerviosos. Hoy la dirigencia en general, reconoce la buena y rápida gestión de los gobernadores José Luis Gioja y Francisco Pérez junto a sus equipos de funcionarios y asesores, para corregir en el camino la marcha de la disposición número 142 del ministerio de Economía de la Nación que reduce los plazos para el ingreso de divisas al sistema financiero provenientes de operaciones de exportación.
Juan José Canay, titular de Bodegas de Argentina, dijo éste fin de semana que ‘unas 60 bodegas que concentran el 90% de las exportaciones, van a continuar afectadas por la medida principal disparada desde la Nación‘. Todo un dato, si se tiene en cuenta que son las exportaciones de vino fraccionado las que han sufrido en los últimos tiempos una caída importante. Por otro lado, debemos sumar en el análisis, que la mayor participación en el negocio de las exportaciones de vinos embotellados, lo encontramos en estos segmentos donde se habla de un producto terminado -con alto valor agregado- y que llega a las góndolas de los supermercados del mundo. En ese contexto, el empresario y titular de Bodegas de Argentina -entidad que agrupa a la mayor cantidad de bodegas exportadoras-, aseguró que ‘hoy el país en su estructura comercial con el exterior, tiene muy pocos productos -como el vino embotellado-, que salen al mundo como ‘producto terminado‘ a más de 100 países del mundo con una marca propia y todo un trabajo cultural detrás‘, explicó Canay. La realidad nos muestra que en la actualidad, las bodegas que exportan tienen plazos de pagos más largos respecto a la comercialización que se realiza en el mercado interno. En ese sentido, Canay, dijo que ‘esto también forma parte de la competencia de la vitivinicultura Argentina en los mercados internacionales. No podemos pretender cambiar los tiempos en una forma de hacer negocios donde el país participa sólo en el 3% -porcentaje de participación en el negocio mundial de vinos-. Las condiciones ya están estipuladas. Si queremos participar en éste negocio, debemos tener las mismas reglas de juego que nuestros competidores‘, enfatizó el titular de Bodegas de Argentina. Otro de los temas de agenda que promete el encuentro del miércoles aquí en Mendoza, es la definición de una estrategia para avanzar en conjunto entre los gobiernos de las provincias vitivinícolas, y las cámaras empresarias, con el objetivo de volver ‘aceitar‘ la relación con la Nación, fundamentalmente, con el ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca, que conduce Norberto Yauhar. ‘Hay líneas estratégicas muy importantes y urgentes para el sector que necesitan ser planteados a través del canal político‘. Por eso, algunos memoriosos, extrañan la relación del sector vitivinícola con el ex ministro Julián Domínguez -y durante la presidencia en la Coviar del sanjuanino José ‘Catuco‘ Molina’’, donde la industria logró anuncios importantes -y fundamentalmente, fondos-. Un empresario y dirigente se quejó: ‘a partir de la nueva gestión -por el ministro Yahuar- la vitivinicultura ha ido perdiendo sistemáticamente una consideración que se supo ganar durante el mandato de Domínguez. Es prioritario que volvamos a abrir esas puertas‘, aseguró.
