Las provincias del Oeste del país, que tienen un mayor índice de riesgo sísmico, están abocadas a la elaboración de planes de emergencia que les posibilite afrontar las consecuencias de un terremoto severo, previendo minimizar las pérdidas materiales y humanas, que puedan producirse.
Esta tendencia quedó puesta de manifiesto en el último encuentro nacional de organismos de Defensa Civil realizado en la provincia de Salta, donde entre otros puntos se consideró la necesidad de modificar las normas legales que rigen actualmente a estas reparticiones, por haber quedado desactualizadas en relación a la época en que fueron instrumentadas. Actualizar el desempeño de las direcciones de Defensa Civil surge como una necesidad impostergable, para que estos organismos puedan cumplir con sus objetivos específicos y contribuir con la formulación de un plan de emergencia sísmico articulado en forma conjunta con las universidades y demás organismos prestadores de servicios básicos como agua potable, energía eléctrica y comunicaciones telefónicas.
En nuestra provincia, representantes de la Cámara de la Construcción, con la colaboración de otras entidades como la UNSJ, el Inpres y los colegios de Ingenieros y Arquitectos, han presentado al Gobierno provincial un Plan de Contingencia Sísmica que abarca una serie de medidas vinculadas a la forma en que se debe actuar antes, durante y después de un terremoto.
En Mendoza, otra de las jurisdicciones más afectadas por los movimientos telúricos, la Dirección Provincial de Defensa Civil y la Universidad Nacional de Cuyo están trabajando para generar propuestas y estrategias que ayuden a actuar en caso de un sismo destructor. Para ello arman un sistema de información geográfico, basado en un registro de datos que comprende, cantidad de personas que viven por casa, detalles de construcción y antigüedad de las edificaciones y ubicación de los tendidos eléctricos, cloacales y fluviales, entre otros. Tanto en San Juan como en Mendoza se dispone de esos datos en cada uno de los municipios, pero hay que unificarlos en un único sistema provincial para aprovecharla convenientemente.
Estar preparados para la emergencia implica contar con la información y los recursos necesarios para actuar en la forma más efectiva posible ante los fenómenos de la naturaleza, en este caso los sismos, para salvar vidas humanas y reducir los daños materiales, principales objetivos de los planes de prevención que se están estudiando e implementando.
