Hay un caso confirmado de un agente con el certificado analítico del secundario "trucho", pero serían una docena los que están bajo la lupa. A ésto se refería el ministro Emilio Fernández ayer al mediodía cuando en Casa de Gobierno hizo pública la investigación que inició la policía por presuntas irregularidades en la documentación presentada por algunos de los 284 agentes nombrados en marzo último. Concretamente se habla de que existirían una docena de certificados del secundario completo a nombre de policías que no terminaron ese nivel escolar, requisito para ingresar.
Así, quedó de manifiesto también que fallaron los controles en la propia policía para descubrir la maniobra antes del nombramiento, teniendo en cuenta que estos efectivos están desde el año pasado en la fuerza.
Fernández dijo que es la primera vez que detectan semejante anomalía y le dio estado público al caso antes que se convirtiera en un escándalo aún mayor. Tanto es así, que fuentes judiciales confirmaron que recién anoche la fiscalía de turno recibió la denuncia policial. Es más, en la fuerza indicaron que se abrió un sumario administrativo, en principio por el caso de un agente, que todavía no fue suspendido en sus funciones, y que ahora chequean los legajos de todos los nombrados.
Los delitos a investigar son falsificación de documento público y fraude, dado que se engañó a la institución o al Estado con falsos títulos, explicaron las fuentes.
"Tenemos que informar que de un análisis pormenorizado de la documentación que oportunamente presentaron los postulantes (a agentes), se han detectado presuntas irregularidades que nos llevan a pensar que se podrían haber adulterado el documento público que corresponde a la certificación de los secundarios completos", comenzó diciendo el ministro de Gobierno, ayer pasado el mediodía en una imprevista conferencia de prensa.
Fue escueto y ni mencionó cuántos casos detectaron, sólo dijo "algunos". Altas fuentes del caso revelaron que son alrededor de 12 legajos de agentes de policías los que están siendo revisados por posibles anomalías en sus certificados de estudio. Todos vendrían de escuelas públicas. Un caso estaría confirmado y es el de un agente identificado como J. A., de 27 años, que presta servicio en una de las áreas de la Dirección de Operaciones (D-3), reveló una fuente policial.
Este caso fue el primero en ser descubierto a partir de un informe solicitado por la Dirección de Personal (D-1) al Ministerio de Educación. La documentación remitida en estos últimos días por la cartera educativa, puso en conocimiento a las autoridades policiales que el certificado analítico que figuraba a nombre de este agente, en realidad pertenecería a otra persona. En el certificado supuestamente entregado por el agente A. figuraba que había culminado sus estudios secundarios en 1997 en la Escuela Salinas de Rivadavia, siendo que no egresó de ese colegio, contó una fuente de la investigación.
El ingreso a la Escuela de Aspirantes a Agentes de Policía lleva un largo proceso, que empieza con una preinscripción en el Ministerio de Gobierno y que luego pasan por la Dirección de Personal y la Escuela de Policía. En teoría, todos los certificados analíticos vienen autenticados con varias firmas de funcionario del Ministerio de Educación y también se les exige la certificación de un escribano público.
En la policía negaron que haya existido una denuncia previa. Lo que explicaron fue que con respecto a la última camada de 284 agentes nombrados en marzo pasado, se tomó una tanda de legajos para corroborar sus datos, incluidos sus certificados analíticos, y fue ahí que saltaron las supuestas irregularidades.
Al respecto, Fernández aseguró que "oportunamente cada postulante presentó su certificación de secundario, con la debida forma que dé buena fe, se supone, que son válidos". Reconoció que no notaron las irregularidades. "Evidentemente que no, porque pasó por todas las instancias que tienen las personas del Estado para llegar al decreto de la designación.