La ministra de Educación, Cristina Díaz, dijo ayer que la decisión de echar a un portero de la escuela Normal Sarmiento por presunto abuso de una alumna, fue un "mensaje’ para todos los adultos que trabajan en escuelas, ya que dijo que fue el tercer caso similar que ocurre en lo que va del 2011. La medida generó polémica ya que al hombre le rescindieron el contrato sin comprobar que fue autor del presunto abuso y pese a que no hubo denuncia policial. Un grupo de porteros de la Normal Sarmiento se quejó porque dice sentirse desprotegido ante posibles acusaciones sin fundamento.
El presunto abuso se produjo en un baño y tras la salida del turno mañana. Las versiones de las partes involucradas son encontradas, ya que mientras la alumna dijo que el portero entró al sanitario y la manoseó; el portero relató que ante la presencia de un grupo de chicos en la puerta de los sanitarios, descubrió que en el interior estaba la chica con su novio, tocándose y besándose; y que alumna lo acusó para tapar esa situación.
"Tomé esta decisión ya que el hombre, tal vez sin querer, se equivocó por acción y omisión. Por acción porque ingresó al baño de las niñas, algo que no puede hacer más allá de cualquier circunstancia que hubiese visto. Y por omisión porque, si fuera verdad su relato, de ninguna manera debió retirarse de la escuela sin denunciar lo que había visto’, dijo la Ministra.
"El despido era la única medida posible porque ante la menor duda, es al adulto al que se separa de la escuela. Lamentablemente no es la primera vez que ocurre un hecho de este tipo. Este año y luego de larguísimos sumarios que duraron más de lo deseado, firmamos la cesantía de dos personas, un docente y un portero que se vieron involucrados en casos como este. El despido al portero de la Normal Sarmiento fue un mensaje a todos los adultos que trabajan en las escuelas, de cualquier rango y función. Lo que ocurre en la escuela no les puede ser extraño y tienen la obligación de velar por la integridad de los alumnos’, agregó Díaz.
Por su parte, Roberto Tabachnik, abogado en lo laboral, opinó que ante este despido, el ahora ex portero puede iniciar acciones contra el Estado para recuperar su puesto. Pero además, si demuestra que no fue el autor del hecho, puede también pedir un resarcimiento económico por daño moral, pues ante parte de la sociedad (como la comunidad educativa de la escuela Normal Sarmiento), quedó como culpable al consumarse la rescisión del contrato. Al respecto, Cristina Díaz dijo que el portero "como todo ciudadano, está en todo derecho de defenderse y nosotros asumiremos la responsabilidad que nos toque’.
En tanto, ayer un grupo de porteros de la Normal Sarmiento se reunió con la rectora y luego anunció que elevará una nota al Ministerio de Educación para pedir más respaldo. "Nos sentimos desprotegidos. Ante cualquier comentario de los alumnos podemos perder el trabajo y no sólo eso, sino que algo así genera un daño tremendo en la familia’, dijo Rosa Sierra, una portera.
