Estiman que los abusos comenzaron en febrero del 2014, cuando el nene tenía 3 años.

"Parecía una buena persona’, aseguró la mamá, en la causa. Es que la niñera decía que el pequeño de la casa era "la luz de sus ojos’ y se mostraba muy cariñosa con él y su hermano, a los que cuidaba diariamente. Era tal la confianza y el aprecio de la familia con la niñera que, además del sueldo, llegó a comprarle una heladera y un Tv para ayudarla.

Pero lo que sucedía puertas adentro del hogar era algo distinto de lo que pensaban los padres de esos chicos. Cuando ellos se iban al trabajo y el mayor de los nenes estaba en la escuela, esa mujer de 46 años sacaba aparentemente su lado perverso y ultrajaba sexualmente al niño de 4 años durante las horas que debía cuidarlo.


La investigación iniciada el 27 de abril pasado demostró que los vejámenes supuestamente se producían desde principio del 2014 y que el pequeño sufrió lesiones físicas y un trauma psicológico, por lo que el juez Maximiliano Blejman resolvió ayer procesar a la niñera y dispuso que continúe presa. La acusada es separada y tiene una hija adolescente.

El magistrado, titular del Cuarto Juzgado de Instrucción, reunió los informes de al menos cuatro psicólogos que entrevistaron al pequeño, quien relató a su modo que la niñera "le pegaba con el dedo’ en sus partes intimas o le tocaba sus genitales. En su denuncia, la madre también señaló que preguntó al niño cuántas veces le había hecho eso y él, con toda su inocencia, respondía: "me lo hizo muchas veces’ mientras movía los diez dedos de sus manos.

Fuentes judiciales explicaron que la acusada evidencia inmadurez psicosexual y "posee baja autoestima que compensa por medio del poder y manipulación’ en el terreno infantil. En la resolución, el juez entendió que el menor no podía defenderse por estar en desventaja frente a su agresora, no sólo por la diferencia de edad, sino por ser abusado por la persona que esperaba que lo protegiera.