Los designios del destino en el mundo del fútbol no son casuales. Tenía que ser en Sudáfrica y el primer gol de su Mundial tenía que ser de un sudafricano. Así, el volante externo zurdo de los Kaizer Chiefs de Soweto, Siphiwe Tshabalala, se convirtió por derecho propio en una relevante figura de la historia del fútbol sudafricano y del Mundial. Autor del primer gol del campeonato, el zurdazo de este veloz carrilero sirvió para que Sudáfrica sumase su primer punto en el campeonato y para mantener intactas las esperanzas del país de alcanzar por primera vez, en su tercer Mundial, los octavos de final.

Criticado en numerosas ocasiones por su inconsistencia, Tshabalala es de esa clase de jugadores capaces de deslumbrar con notables destellos de calidad para desaparecer después durante buena parte de los partidos. Su actuación de ayer, no obstante, le ha valido ser elegido como el mejor jugador del partido inaugural a través de la votación en que participan los internautas del portal de la FIFA.

Con el de ayer, Tshabalala, de 25 años, cumplió su 47 partido como internacional por Sudáfrica, y marcó su séptimo tanto. Modelo de un anuncio de desodorante además de futbolista, Tshabalala fue reclamado para la equipo nacional por el ex seleccionador Ted Dumitru cuando apenas había cumplido 20 años, llegando a formar parte, contra todo pronóstico, del equipo que alcanzó la final de la Copa de África contra Egipto en 2006.


Un empate

Sudáfrica, anfitrión de la Copa del Mundo 2010, acarició la hazaña del triunfo pero debió conformarse con un empate por 1-1 ante México, en el partido que abrió la competencia, correspondiente al Grupo A del certamen. Un remate en el palo de Mphela, en el último minuto del encuentro, privó al equipo local de desatar el delirio de los 90.000 espectadores que colmaron el estadio Soccer City, de esta ciudad, donde Siphiwe Tshabalala había puesto en ventaja a los sudafricanos, a los 9 minutos del segundo tiempo, mientras que Rafael Márquez marcó la igualdad, a los 33 minutos de ese período.

En el inicio del partido, México salió a presionar, a recuperar rápidamente la pelota y atacar a su rival. Poco les importó a los dirigidos por Javier Aguirre la presión de la localía, el incesante y aturdidor ruido de las vuvuzelas y el imponente marco de 90.000 espectadores en el estadio Soccer City, de Johannesburgo.

El segundo tiempo arrancó bastante diferente al primero. Sudáfrica exhibió otra actitud, el equipo se paró más

adelantado en el campo y esa ambición se tradujo en llegadas de peligro: a los 9 minutos, Tshabalala corrió por la izquierda, encontró a la defensa mexicana mal parada y definió con un remate fuerte y cruzado que desató el delirio de los hinchas en Johannesburgo.

México, lanzado y Sudáfrica, al acecho. Así quedaron planteadas las alternativas de un encuentro con final abierto. Podía ampliar la ventaja el local o podía empatarlo el "Tri". Y terminó festejando el equipo visitante, ya que a los 33 minutos Rafael Márquez encontró un centro dentro del área y quedó solo ante el arquero Khune, quien esta vez nada pudo hacer para evitar la caída de su equipo y así terminaron empatados.