Las nuevas autoridades que asumirán sus funciones el 10 de diciembre próximo en el Ministerio de Familia y Desarrollo Humano -conforme a la nueva denominación que tendrá esta repartición- han asegurado que, a pesar de la austeridad con la que se tendrán que manejar en algunas áreas, hay actividades que tendrán continuidad durante la nueva gestión como las colonias de verano para niños, mayores y adultos, con las que el Estado provincial ofrece un espacio de contención, cuidado y entretenimiento para más de 25.000 personas distribuidas en 90 centros que funcionan en cada uno de los departamentos.

La otra actividad a la que no solo se le dará continuidad sino que habrá que fortalecerla, en relación a los fondos asignados, es la de los comedores escolares que en los últimos meses han afrontado numerosos inconvenientes por las insuficientes partidas presupuestarias que se han estado asignando y consecuentemente la calidad de los alimentos que se han estado proporcionando a los aproximadamente 147 mil chicos que desayunan y meriendan en las escuelas y los 35.000 niños que almuerzan en los establecimientos escolares.

El hecho de que se haya tomado la decisión de que las colonias de verano funcionen esta temporada, como lo ha anunciado oportunamente quien ocupará la titularidad del ministerio de Familia y Desarrollo Humano, Carlos Platero, es muy auspicioso ya que se trata de un ámbito en el que niños y adultos realizan diferentes actividades recreativas, culturales y productivas, tendientes a la sociabilización y el disfrute pleno de actividades que por lo general se realizan al aire libre, salvo que las condiciones climáticas lo impidan.

Privar a los niños de los sectores más necesitados de este beneficio, que en en gran medida suplanta la imposibilidad que muchos chicos tienen de disfrutar de unas vacaciones en familia, es contraproducente para su desarrollo psico-físico, lo que también repercute en la maduración intelectual y otros proceso vinculados al crecimiento y desarrollo infantil.

El tema de los comedores es de la misma manera muy importante, ya que hay familias que dependen en gran medida de este aporte alimentario, que garantiza la correcta nutrición de los más chicos.

Los últimos casos vinculados al mal funcionamiento de los comedores escolares, como la situación que se vivió en un establecimiento del departamento Zonda, en el que los padres tuvieron que salir a reclamar por la comida que se les estaba proporcionando son un llamado a la atención de que el sistema es deficiente y que necesita de manera urgente ser optimizado para que cumpla con los objetivos previstos, como lo señaláramos oportunamente en una nota editorial publicada hace unos días. En la ocasión consignamos que los comedores escolares, que dependen de Desarrollo Humano, cumplen una destacada tarea en la nutrición de los niños, especialmente después de que finaliza la cobertura de los programas Mis primeros y Mis segundos mil días, que dependen de la Nación y que habrá que esperar ver como siguen funcionando.