Buenos Aires, 31 de agosto.- Ayer a la noche, Puerto Madero fue punto de reunión para Ricardo Montaner y sus amigos. Más precisamente, la explanada del Museo de Fortabat.
Allí reservó para cenar con los suyos a las 19.10, aunque finalmente terminó cayendo a las 20.30.
Tan íntima y exclusiva fue la velada que el lugar estuvo abierto solamente para él. Como en el Museo también había un evento del Banco Central, Gendarmería reforzó la custodia de la posición del intérprete.
Dentro del Museo, Montaner se ubicó en el restaurante La Colección de Amalia Lacroze de Fortabat, propiedad de Carlos María Esnal. Se retiró a las 23:04 y antes de decir "adiós", dejó en la mesa 120 dólares de propina. Generoso el cantante.
