Carlos Ordoñez, su hijo Sebastián y Guillermo Lucero quedaron complicados después de ser procesados por el atentado incendiario a la casa del titular de la delegación local de Vialidad Nacional, Rubén Lomas. Los tres son reconocidos dirigentes gremiales y según dijeron en sus entornos, no tienen nada que ver con la maniobra y apelarán a la Cámara Federal de Mendoza para dar vuelta la resolución. Lo que pase en la Justicia podría ser clave para el futuro de los involucrados, ya que paralelamente hay en trámite un sumario que los podría dejar sin trabajo y en ese caso, quedar impedidos de representar a sus compañeros en el sindicato del sector vial.
“Es una barbaridad”, aseguró en alusión al procesamiento un allegado a Carlos Ordoñez, un histórico sindicalista que desde hace años es la máxima autoridad del Sindicato de Trabajadores Viales de la República Argentina (STVRA). Si bien es el único de los tres que todavía ejercer la actividad gremial, los otros dos tenían cargos de alto perfil en el sindicato al momento del atentado, en septiembre del año 2011.
Las fuentes aseguraron que los imputados aún no fueron notificados, por lo que no cuentan con todos los argumentos que se barajan en su contra. De todas formas, afirmaron que apelarán ante la segunda instancia con asiento en Mendoza.
El juez Leopoldo Rago Gallo les endilga el delito de causar un incendio y poner en riesgo bienes del Estado nacional y personas, que contempla penas de hasta 15 años de prisión. En su resolución, consideró que está probada la fuerte enemistad que hay entre los gremialistas y Lomas y que los primeros quisieron amedrentar al funcionario para demostrarle que tenían más poder que él.
El otro proceso pendiente es el sumario que se tramita en la sede central de Vialidad Nacional. Ahí se resolverá si son sancionados y la gravedad de la misma.
