Ante más de 80.000 personas, Benedicto XVI proclamó ayer siete nuevos santos, entre ellos una monja española, una seglar amerindia (indios norteamericanos) y una religiosa que vivió entre los leprosos de Molokai, en una ceremonia en que dijo que los cristianos aún son perseguidos por su fe. Es la décima ceremonia de canonizaciones de su pontificado