En Santuario de la Virgen de Itatí, en Corrientes, vivió ayer una jornada histórica con la visita de la presidenta Cristina Fernández que llegó a cumplir con una promesa: depositar en la Basílica una de las banderas que flamearon en las Islas Malvinas en el marco del “Operativo Cóndor” que en 1966 lideró el dirigente de la Juventud Peronista, Dardo Cabo.

En acto, Cristina pidió a la Virgen de Itatí que “rece por los que todavía no entienden que es necesario colaborar con solidaridad y humildad” y para que “comprendan la necesidad de más amor y no de odio”.

La Presidenta sostuvo hoy que llegó a Itatí “a cumplir una promesa que le hice a una mujer que hace 46 años, junto a su compañero Dardo Cabo y 18 peronistas, en aquel momento de dictadura, en un acto de patriotismo y reconocimiento nacional, fueron a nuestras Malvinas a plantar nuestra enseña patria como símbolo de soberanía”.

Aquella fue una acción armada llevada a cabo en 1966 por un grupo de argentinos que desvió un avión civil de Aerolíneas Argentinas y obligó a su comandante a aterrizar sobre las Islas Malvinas, por entonces ya usurpadas por Gran Bretaña para dejar la enseña nacional.

Cristina sostuvo que “los jóvenes argentinos tiene la inmensa suerte de hacer flamear las banderas en una democracia plena de derechos, de garantías”, mientras que los que pelearon en Malvinas y los perseguidos por la dictadura “tuvieron que levantar banderas en momentos de donde estaba prohibido pensar o decir un nombre o cantar una marcha”.

La jefa de Estado remarcó que “muchas veces se nos critica porque dicen que tenemos mano blanda, porque no reprimimos, prefiero pasar por blanda antes que ser responsable de regar la tierra argentina con la sangre de un compatriota”. Al finalizar, pidió a la Virgen que proteja a los que “todavía le falta trabajo, un techo, salud y educación, hasta que el Estado puede ayudarlos‘.