El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, prometió ayer terminar la restauración de la zona afectada por el huracán Katrina, cinco años después de que la tormenta azotó a la región de la costa del Golfo de México y afectó la credibilidad de su predecesor.

Obama visitó Nueva Orleáns, la ciudad más afectada por el desastre, con su familia en el término de unas vacaciones de una semana y media en la isla de Martha’s Vineyard, en Massachusetts. Durante la elección presidencial del 2008, el demócrata Obama criticó enérgicamente al entonces mandatario George W. Bush por la lenta respuesta de su Gobierno a la inundación y devastación que se transmitió en vivo por televisión.