Diego Ruarte, el volante que convirtió el penal con el que el Villa Etelvina se metió en la final, dijo que por la felicidad de conseguir la histórica clasificación a la final, tenía que ir con varios compañeros a la Difunta Correa para agradecer que cuando estaba por patear viera que el arquero José Moreno se tiraba hacia su derecha, donde él tenía preparado disparar, para cambiar a último momento la dirección que le dio a la pelota y así marcar el último tiro.
Martín Arrieta, el arquero de Villa Etelvina, dijo entre risas que su promesa era tener una larga noche de festejos. En el penal que detuvo, el cuidapalos dijo que decidió “ir a mi derecha porque vi que el jugador miraba demasiado el otro palo”.
Sergio Vega, autor del gol que le valió ir al desempate describió tener “una alegría inmensa. Nadie nos tenía en los planes al principio pero estamos haciendo historia”.
El técnico, Francisco Torres, señaló que estaba “muy orgulloso por este grupo joven, que dejó el corazón frente a un equipo que nos superó tácticamente en el primer tiempo”.
Y el defensor Marecos Oyola, referente del plantel, dijo “salvo la llegada de Caballero, que nos ordenó en ataque, todos somos compañeros desde siempre en Villa Etelvina y por eso sentimos toda esta alegría”.
