Dirigentes agropecuarios celebraron ayer su "propio" festejo del Bicentenario de Argentina con renovadas críticas a la jefa del Estado, Cristina Fernández, a quien acusan de sumergir al sector en la peor crisis de la historia.
Una fuerte lluvia impidió que agricultores y ganaderos llevaran a cabo un "tractorazo" (protesta con tractores) a las afueras de la ciudad de Gualeguaychú, Entre Ríos, donde se reunieron "para que el campo celebre" los 200 años de la "Revolución de Mayo", que en 1810 sembró la semilla de la independencia.
El acto se lleva a cabo cuando Argentina sufre la "peor cosecha de trigo de los últimos 100 años" y "la peor cosecha de girasol", subrayó el dirigente agrario Alfredo De Angeli, quien lo encabezó.
Aseguró que el campo no ha hecho "un acto opositor, sino un acto para que el campo celebre el Bicentenario" y que las políticas de Fernández "excluyen" al sector agropecuario, que por ello sufre la peor crisis de su historia.
"Nosotros no queremos la división, ellos marcan la división y nosotros estamos más unidos que nunca y vamos a defender al sector agropecuario y a los pueblos del interior", apuntó el dirigente.
"¿Qué nos pasó a los argentinos? Les pido que empecemos a ser protagonistas. Para tener una Argentina para todos los argentinos, que no haya excluidos, que no haya pobreza: ponerse en contra del campo es ponerse en contra de su propio pueblo", subrayó.
Las patronales agropecuarias, que reúnen a unos 290.000 productores, están enfrentadas al Gobierno desde comienzos de 2008, cuando fracasó en el intento por lograr la aprobación de una ley de retenciones móviles a la exportación de granos.
El Gobierno restringe las exportaciones de carne vacuna y de trigo y maíz con el anunciado propósito de asegurar el abastecimiento interno e impedir alzas de precios al nivel de los internacionales, que son mayores.
El campo, que ha hecho varias grandes huelgas patronales, rechaza tajantemente esa política así como el impuesto del 35% a la exportación de soja, el principal cultivo del país.
