También como en septiembre del año pasado, los jachalleros empezaron a conocer de un posible nuevo derrame a través de las redes sociales. A medida que pasaban las horas, fueron sumando incertidumbre y empezaron a reunirse en la plaza principal. Según fuentes de la Policía de la provincia, hubo al menos unas 200 personas que se manifestaron para intentar hablar con el intendente Miguel Vega, quien permaneció en el interior del edificio municipal.
Vecinos prendieron fuego y llevaron carteles para hacer notar su bronca por otro incidente con solución cianurada en Veladero. Fuentes policiales dijeron que hubo forcejeos con una concejal, pero que no pasó a mayores. Y los mismos efectivos aseguraron que fue el único episodio de violencia que registraron en toda la protesta.
Al cierre de esta edición, ni siquiera el anuncio de la paralización de la mina conformaba a los manifestantes, quienes anunciaron que continuarían en el lugar hasta que se presentara alguna autoridad provincial.
Ya bien entrada la madrugada de hoy los manifestantes se recluyeron frente al edificio municipal, sobre la plaza principal de la villa San José de Jáchal, cabecera del departamento, a la espera de que alguna autoridad gubernamental se acercara, pero sin mayor éxito.
