Tras un año de la nueva puesta en marcha del Molino Viejo de Huaco, el municipio de Jáchal avanza en el proceso de expropiación de su terreno para realizar un centro cultural, dedicado a Buenaventura Luna.
Décadas atrás, hubo dos intentos fallidos por lograr que el predio pasara a manos del Estado municipal. Sin embargo, ahora esperan que el traspaso se concrete y, si Fiscalía de Estado da el visto bueno, comenzarán con la ejecución de las obras.
El lugar donde se emplaza el Molino Viejo de Huaco y que el municipio quiere expropiar perteneció a la familia de Buenaventura Luna. Tiene aproximadamente media hectárea de extensión y, según planifica el municipio, en la parte posterior se levantará el centro cultural. Uno de sus sectores estará dedicado a conservar material original de Buenaventura Luna. Se expondrá escritos inéditos, libretos, cartas y libros del cantautor, que serán donados por distintas personas.
Si bien no hay un proyecto aprobado existen varios presentados, entre ellos, el de los arquitectos Jorge y Michel Grizas. “La idea es poder armar un área de documentación para el patrimonio histórico, un sector de información y un espacio para que tengan lugar actividades culturales. En cuanto al estilo de la construcción, respetaremos la arquitectura del lugar en cuanto a patios, galerías y mampostería”, dijo Grizas, que intervino en la refuncionalización del molino de Reyes y de otros similares, también en Jáchal.
‘En el 2008, se aprobó la ley provincial por la que se dictó la expropiación del terreno en el que se encuentra el molino. A partir de allí, se comenzó el trámite y en su transcurso, la Fiscalía de Estado descubrió que se había dictado dos leyes similares con anterioridad, cuya vigencia había caducado. Es por eso que lo que se está investigando ahora es si, en su momento, existió o no un depósito de dinero del Gobierno a favor de algún propietario del predio‘, dijo Horacio Espejo, diputado por Jáchal e impulsor del proyecto.
El funcionario recordó que, al poco tiempo de promulgarse la norma, tomó contacto con dos abogadas que representaban a una heredera, descendiente de Buenaventura que se constituyó como contraparte del proceso legal. De acuerdo a los datos de la Dirección de Geodesia y Catastro, que figuran en el texto de la ley de expropiación, el inmueble está registrado a nombre de Vicenta Alcucero, viuda de Dojorti.
‘Nos urge cerrar el tema porque necesitamos edificar infraestructura de servicio en el lugar. Hace falta baños, un centro de información al turista y un pequeño café que complementarán al centro cultural. Esto se hará mediante un convenio entre el Gobierno provincial y la Municipalidad‘, comentó Espejo.
Una vez que el municipio logre los títulos de propiedad del inmueble del molino, pretende iniciar otro proceso expropiatorio enfocado en un terreno contiguo. Allí se realiza la Fiesta del Molino Viejo, gracias a que los dueños prestan ese terreno a la Municipalidad.
