En medio de operaciones cruzadas, primero el kirchnerismo pretendió limitar las declaraciones del ex embajador en Venezuela Eduardo Sadous, denunciante de la existencia de una diplomacia "paralela". Pero luego de que declarara en secreto en la Cámara de Diputados, es el propio kirchnerismo el que reclama que se difundan las declaraciones de Sadous, en una maniobra que la oposición cree que tiene que ver con "meter miedo" a los empresarios invitados a declarar. "Si lo hacen, sus ´secretos´podrían ser ventilados al igual que lo hicieron con los de Sadous", señalan.
Pero el kirchnerismo prefiere hablar de desmitificación del tema y acusa a los medios de comunicación de estar difundiendo una versión "novelesca" del caso.
El moño en la causa lo colocó el diario cercano al kirchnerismo Tiempo Argentino, que publicó la versión taquigráfica de la sesión secreta que, a partir de allí, dejó de serlo.
