Todos sabían que esta edición del Sarmiento tenía un final abierto. Que no había uno que fuera fija. Lo que no se imaginaban que el ganador sería un caballo que nunca corrió en Buenos Aires. Un producto de pura cepa sanjuanina: Qué Intrépido.

El alazán que pertenece al stud local Somonov y fue conducido de manera magistral por el jockey mendocino Roberto Zapata, es nacido y criado en San Juan. Hijo de Intrepidity y Quiet a Macha, nació en el haras El Sadat, propiedad de Daniel Bielsa quien hace tres años se los vendió a los hermanos Dante, Héctor y Graciela Novaro. Todos, propietarios actuales y el antiguo estaban muy contentos ayer al conocer el resultado final de una carrera que generó festejos por duplicado. En un primer instante se dio ganador a Risky Mission, alazán del stud Pocholo, propiedad de Ricardo Oliva. Luego se puso un paño frío a tanta pasión y se informó a la concurrencia que había sido un final de bandera abierta y que habría que aguardar hasta que los integrantes del comisariato tomaran una decisión luego de ver el video.

De la carrera que tuvo una duración de 2m11s20/100, se supo su resultado definitivo casi media hora después. Por el hocico, lo que es una diferencia mínima se dictaminó que el ganador había sido Qué Intrépido.

La 59na edición del Sarmiento tuvo, hasta los 1500 metros un ganador claro, el puntano Witran. El zaino conducido por Denis Cuello partió abrigado contra los palos y sobre los 1200 metros llegó a tener tres cuerpos de distancia sobre el resto que encabezado primero por Risky Mission y luego por el tordillo puntano, de origen uruguayo, Congo Bravo. Al entrar al último codo las diferencias se achicaron y cinco caballos encararon la recta final con similares posibilidades de victoria. Risky Mission, llevado por Leonardo Flecha atacó por el interior de la cancha superando a Salamemingue y por el centro tiró todo Qué Intrépido aguantando la carga de Congo Bravo, mientras Witran cedía terreno por el centro de la pista.

Qué Intrépido y Risky Mission cruzaron el disco muy apareados a golpe de vista unos aficionados vieron ganar a uno y otros al restante. Oliva festejó y recibió el saludo de mucha gente, Novaro no se resignó y pidió ver el video.

La tecnología, que al decir de muchos no es la ideal porque no se cuenta con photo chart, dio su veredicto.