Pocas cosas pueden superar la felicidad de una persona que está a punto de ser padre. Y si encima a ese momento sublime e irrepetible que se dará en apenas dos meses se le suma el desafío deportivo más importante de su carrera, se puede hablar de alguien en su plenitud. Es el caso de Emanuel García, quien en noviembre se convertirá en padre junto a su esposa, Paola Luna, de hasta ahora su única heredera, Lara. Por eso el pedido del delantero de la Selección argentina de hockey sobre patines para que la beba venga con el título del Mundial bajo el brazo. El goleador, de 28 años, y quien jugará la próxima campaña en el campeón italiano, el Viareggio, hizo un repaso por su momento actual, a nivel personal y deportivo. También fue para atrás en el tiempo y contó cómo fue irse de su provincia con sólo 16 años al Viejo Continente. Pero García no sólo hace goles, también se convirtió desde el año pasado en agente FIFA, algo que piensa explotar una vez que largue los patines.

-¿Qué sensaciones tenés a sólo diez días de que se largue el Mundial?
-Lo importante es que me siento bien y el grupo está unido en pos del objetivo que es ser campeones. En lo personal, la preparación física ha sido estupenda y ahora sólo queda afinar los últimos detalles tácticos y técnicos.

-Se suele decir que jugar de locales puede ser una motivación, pero si no lo saben aprovechar se convierte en una gran mochila de presión.
-Es cierto. Pero nosotros es un tema que venimos hablando desde hace rato. En ese sentido la psicóloga que tenemos en el plantel nos está preparando para el tema de los nervios o los temores que nos puedan aparecer ante semejante marco. Igualmente, este plantel tiene jugadores de mucha experiencia y con mundiales encima. No nos va a pesar. Jugar en casa, para todos nosotros, antes que todo, es un sueño.

-Después de doce años jugando en el Porto de Portugal, ¿por qué el cambio de aires para irse a Italia?
-Junto a mi señora analizamos que estamos por comenzar una nueva etapa en nuestras vidas como es la de ser padres y en ese sentido creemos que hay que tomar una nueva experiencia como irse a Italia. En noviembre llegará Lara, que es un sueño hecho realidad para nosotros como pareja, y entonces hay que cambiar de aire. En Porto gané 12 títulos (10 de Liga en mayores y 2 en Juniors) y es así que todo cumple su ciclo. De ahí, la decisión de ir al Viareggio que es el campeón de Italia y va a pelear por la Copa de Europa.

-Te fuiste muy chico de San Juan a Portugal, ¿cómo fue esa decisión y de qué manera te adaptaste?
-Me fui a los 16 años porque siempre tuve claro lo que quería: ser un hockista profesional y triunfar en Europa. Luché y me sacrifiqué mucho por ese objetivo. Ir a un país como Portugal no fue sencillo, primeramente por el tema de la diferencia del idioma y que al principio no entendés mucho de lo que se habla. Pero lo bueno es que ocupé mucho tiempo libre en los estudios y así no extrañaba tanto.

-No sólo jugás bien al hockey, sino que también te destacás con los libros.
-(sonríe) Sí, tuve la suerte en Portugal de estudiar y recibirme de Licenciado en Gestión de Empresas. Después hice un posgrado y un master de Gestión Deportiva, que es algo que me gusta mucho y que pienso explotarlo cuando deje el hockey.

-También sos agente FIFA, ¿de qué manera surgió esa posibilidad?
-Un conocido mío en Portugal, Junior, tiene contactos con los mejores jugadores de ese país como Cristiano Ronaldo, Dani Alves, entre otros, y me dijo que me animara ya que tenía capacidad para hacerlo. El examen fue complicado para ser agente FIFA pero tengo la licencia desde octubre del año pasado. Es un mundo distinto al hockey. No es fácil entrar, más para uno que está recién empezando en esto. Pero te repito, eso vendrá después del hockey, ahora sólo pienso en el Mundial, y en la llegada de Lara.