A nadie escapa que cada generación incorpora a su lenguaje términos y expresiones propias que llaman la atención inmediatamente. Sobre este fenómeno, cada día mayor, observado puntualmente en adolescentes y jóvenes, conversamos con dos especialistas, Mirtha Cuadros y Carolina Pinardi. La magister Mirtha Cuadros, de la carrera del Profesorado y Licenciatura en Letras de la Facultad de Filosofía Humanidades y Artes (FFHA) de la Universidad Nacional de San Juan (UNSJ), titular de las cátedras de Fonología del Español e Historia de la Lengua española y directora de Proyectos de Investigación del departamento de Letras y en particular sobre "variedad sanjuanina de la lengua’. Por otro lado, la profesora de Enseñanza Media y Superior en Letras y docente en la FFHA, Carolina Pinardi, que precisamente mañana parte para Noruega con un trabajo especial denominado "Actitudes Lingüísticas’, realizado junto a la profesora Gabriela Llull, responsable del proyecto general en la Argentina. Esta investigación será presentada en la Universidad de Bergen donde se convocó a especialistas de los países de Iberoamérica, en la búsqueda de revelar las creencias que sobre la lengua castellana tienen los habitantes de las capitales de los países hispanohablantes.

Los jóvenes buscan separarse del habla de los adultos


Precisamente Carolina Pinardi llegará a Europa con una opinión muy clara sobre qué idioma hablamos hoy los argentinos. Teniendo en cuenta esta investigación, "todos hablamos español con variaciones de distinto tipo que tienen relación con el lugar, la edad, el estrato social o el nivel educativo. Es decir que el español es un sistema que tiene subsistemas, donde unos son tan válidos como otros’. Por ello, encontramos cambios permanentes y el cambio en sí es inherente o natural al idioma, "porque cuando las lenguas dejan de cambiar es que están muertas, y los cambios van siendo legitimados por una comunidad de hablantes’. Asegura también que estas variaciones lingüísticas surgen de la evolución cultural del país, porque el idioma es un "modelizador del mundo" y está íntimamente vinculado a la cultura. Mirtha Cuadros por su parte, reconoce que la gente está preocupada por el tema, pero llama también "evolución" a este nuevo panorama porque "el cambio en la lengua está vinculado a un cambio en la manera de mirar el mundo". Y agrega: "los chicos conciben la realidad de una manera muy distinta a raíz del vértigo en las comunicaciones. Por eso su lenguaje es apocopado, no necesitan desarrollar tanto una idea y se entienden entre ellos. Por ejemplo, en los mensajes de texto, en las formas gramaticales que usan, conectores de ideas, se apocopan las palabras, se sacan vocales y se utilizan más consonantes para abreviar y acortar el mensaje. A su vez, se evitan artículos y preposiciones para poder abreviar el mensaje". Coincide en esto Pinardi, para quien "todo esto es propio del ambiente de ellos, ya que todas las generaciones de jóvenes cambian la lengua, así como quieren cambiar el mundo… Es parte de su búsqueda de una identidad propia, la manera de poder separarse del habla de los adultos como una forma de poder encontrarse con su propia identidad".

Las nuevas tecnologías y el empobrecimiento del lenguaje

En ese sentido, las nuevas tecnologías han contribuido sensiblemente en esto, ya que han cambiado la vida de las personas y al mismo tiempo "nos han cambiado la lengua". Pinardi señala que en el caso de los chicos, Internet, el chat, los celulares, etc. tienen mucha influencia también en la escritura, porque han incorporado a ella la oralidad. Y reconoce que a veces los chicos confunden los ámbitos, es decir "no es que esté mal que existan estos nuevos códigos, lo que por ahí tal vez le esté faltando un poco a la educación es que ellos distingan bien en qué contexto lo pueden usar y cuándo no".

Por otro lado, ambas docentes coinciden en que hay un empobrecimiento con el léxico y la cantidad de palabras que los chicos tienen disponible en su "diccionario mental". Y ello está relacionado con el hecho de que la lectura en otras generaciones ha sido un vehículo para incrementar ese vocabulario, y actualmente no lo es. ¿Se lee menos?, preguntamos, "Sí", afirma contundente Pinardi, e inmediatamente aclara: "Aunque internet implica una vuelta a la lectura y a la escritura porque de hecho en Internet nos manejamos con la escritura. Por eso, yo le adjudico más responsabilidad en este empobrecimiento de la lectura a los medios audiovisuales que al internet. Internet es una vuelta a la escritura, porque el modo de proceder, de comunicar, es mediante la escritura y la lectura. Pero son otras formas de lectura y escritura que tienen que ver mas con la simultaneidad que con la sucesión que implica la lectura tradicional de un libro. Es decir, con la posibilidad de tener varias ventanas o links o relaciones abiertas todo el tiempo. O dicho de otra forma, "pasamos de una lectura que era lineal a otra donde todo se da en simultáneo y a gran velocidad".

Hoy también se conversa escribiendo


Cuadros está convencida, producto de su investigación específica sobre el tema, que los adolescentes y jóvenes de nuestros días "están constantemente en situaciones de lectura como en los casos de leer una instrucción para participar de un juego, buscar información para el colegio, etc". Se debe procurar desde la enseñanza dar más claridad a los escritos de los jóvenes usando las convenciones ortográficas, porque eso les conviene y van a leer con más ganas. La escuela debe ser muy creativa para conjugar lo tradicional y lo novedoso, y como los chicos conocen otra escritura, para enseñar la escritura tradicional hay que partir de las convenciones que ellos usan. Aquí ya estamos hablando de cómo entra la oralidad en la escritura, "algo que tal vez a los adultos nos cuesta un poco más pero que los chicos lo manejan perfectamente", dice Pinardi quien agrega: "Toda tecnología nueva, ya sea desde la escritura, que empezó siendo y es una tecnología, siempre genera resistencia, cambio o temor. Por eso a los padres les diría que es muy necesaria la inmersión temprana de los chicos en la cultura escrita, a través de cuentos y libros según la edad. El incentivo familiar de la lectura es fundamental porque luego la escuela ya no podrá generarlo como lo genera la casa, la familia".


Vivimos un a etapa de transición en el habla

Para Cuadros, hoy se pierde la noción de lo distante o lo cercano. "La escritura es oralidad escrita". A su vez, el libro electrónico o e-book se lee de abajo hacia arriba, y hasta ahora estábamos acostumbrados a leer de izquierda a derecha. "Lógicamente, para comunicarse en la escuela o en el trabajo a los adolescentes o jóvenes se les hace necesario el uso de un lenguaje que no es virtual. Usted le está pidiendo toda una secuencialidad, que sea pausado, que se siente y eso es difícil para ellos lograrlo’. Esta profesional reconoce que hoy "podemos llegar a hablar de una etapa de transición en la que los chicos tienen todo este pensamiento diferente donde el tema de la virtualidad es la comunicación en ausencia". ¿Y cómo deben reaccionar ante la realidad la escuela, los maestros, los docentes en general? Cuadros cree que se debe asumir la obligatoriedad de incrementar el léxico porque lo necesitan, aunque entre ellos se comuniquen con un lenguaje mucho mas reducido. En este momento -dice- "la escuela tiene esa función, ya que uno ve que cuando tienen que exponer, aparecen las vacilaciones marcadas a través de frases incompletas, de repetición de ideas y palabras’. Por eso lo que nosotros reivindicamos es la necesidad en el aula de que trabajen también en las habilidades de hablar y escuchar, porque también tienen problemas para escuchar. Es bueno trabajar en forma sistemática actividades de escucha técnica porque nosotros tenemos que ayudar a los chicos, concluye.