Pasó la Copa América, con lleno total. Se viene la despedida de Los Pumas antes del desafío de ir al Mundial y más tarde llegará el momento del debut de Sportivo Desamparados y, posiblemente, la chance de que Atlético San Martín sea también local en ese escenario. Todo junto, seguido y con la continuidad que se merece una obra de tal envergadura. El estadio del Bicentenario está encontrando la utilidad que todos querían y es compromiso de todos y cada uno de los sanjuaninos, lograr que esta agenda no se corte para nada.

San Juan ya demostró estar a la altura de los acontecimientos deportivos internacionales y en este agosto que comienza tendrá que ratificarlo. Primero, con la visita de Los Pumas en una despedida que amerita un marco excepcional porque sea el deporte que sea, tener a un seleccionado nacional no es cosa de todos los días. El público del rugby de San Juan acompañará pero el desafío es que todos los sanjuaninos se asocien para darle el marco ideal a Los Pumas.

Luego, llegará el turno de Sportivo Desamparados y el comienzo de la aventura de ser parte de la B Nacional. En un estadio soñado, con un marco que conmueve a cualquiera. San Juan tiene motivos y razones para seguir demostrando que el Estadio de Pocito es la cancha de todos.