�Para este año, la DNV tenía autorización para gastar $22.228 millones, la mayor parte para rutas: más de $12.000 millones para nuevos tendidos, $3.650 millones para mantenimiento y $4.100 millones para los corredores viales concesionados, según informaciones nacionales. De esa cifra se usó hasta ahora poco más de la mitad de los recursos. El organismo se justificó en que ‘la puesta en marcha de este vigoroso plan de obras condicionaría los presupuestos futuros y acotarían el marco de acción de las autoridades que asuman el 10 de diciembre‘.
