En diciembre del año pasado los obreros cerraron la zanja y la compactaron. Es por eso que los vecinos estaban convencidos de que la obra de cloacas, que duró más de un año, estaba terminada. Pero hace unos días volvieron a cavar en el lugar y cortaron el tránsito. Esto provocó la indignación de la gente que vive por Libertador a la altura de la calle Santa María de Oro, en Santa Lucía. Dijeron que tienen que soportar hasta el desvío del colectivo, lo que hace que todo un barrio se quede sin transporte público.
“Esto es un problema. Los autos no pueden pasar, sólo las motos y como es tierra de nadie, hasta aumentaron los robos”, dijo Edith Herrera. Otro de los inconvenientes es el polvo que levantan las maquinarias, y si bien colocaron telas para evitar que la gente pase, esto no es suficiente por lo que el lugar se volvió peligroso, sobre todo para los niños y los que circulan en bicicleta por la orilla de la zanja.
Los vecinos contaron además que tienen inconvenientes con los colectivos que se desvían. Por lo que tienen que caminar varias cuadras más de lo normal. El barrio Itatí es el más complicado porque por allí directamente no pasa ninguna línea de colectivos. Además, los vecinos tienen que dejar sus vehículos a varias cuadras de sus casas o directamente no los pueden sacar de las viviendas.
La obra de cloaca en esa zona de Santa Lucía comenzó en 2013. Un año más tarde, en diciembre de 2014, cerraron y compactaron la zanja. Por eso, los vecinos estaban convencidos de que habían terminado. Pero Cristian Andino, al frente de OSSE, dijo que abrieron la zanja nuevamente porque antes no habían colocado un caño por no haberlo conseguido. Por eso tuvieron que frenar la obra. Cerraron para evitar cualquier tipo de accidente. Según el funcionario, todavía resta hacer el empalme en calle Colón, por lo que estima que todo estará listo en agosto próximo.
