Alrededor de la 1 de la madrugada del viernes, el Chaqueño Palavecino entró con su imparable fuerza artística y personalidad, siendo aclamado por más de 5 mil personas en el predio. Infinidad de luciérnagas, mariposas y otros seres nocturnos cruzaban los rayos de luz que emanaban de los reflectores de la inmensa estructura metálica instalada en el escenario natural. Ellas volaban para un lado y otro, como danzantes ante el ritmo de chacareras que la estrella de la noche ofreció a sus seguidores. También se sumaron miles de jóvenes que entraron por el camino de los arrieros para bailar en el suelo de tierra. El cantante inició la velada con temas como "Adiós amor mío", "Culpable". "Piel chaqueña", "Cuando llora mi guitarra", entre otros grandes éxitos. Cuando incursionó con la tonada "Cuando el corazón se quiere quedar", el show se puso más que interesante. "¡A ver ese grito cuyano!", arengó fuerte a toda la audiencia, que por supuesto ésta le contestó con mucho entusiasmo. Aprovechó para hablar sobre lo "bonito que quedó la ruta 150, me emocioné, vayan a conocerlo, es una obra enorme", dijo y con la entrada de Mario Echegaray, juntos recitaron el himno jachallero, "Vallecito de huaco", que provocó una fervorosa ovación de la multitud. Y otro punto fuerte en el recital, fue la participación de Susana Castro. Ella y Palavecino interpretaron juntos otra inmortal obra de Eusebio Dojorti, el vals "Puentecito del río" y luego la zamba "Pampa del Chañar". Fue una noche emotiva y llena de alegría para los jachalleros que sigue manteniendo un cariño entrañable por su ídolo.
