Escapando de la rigidez de las categorías estílisticas, de los encasillamientos que la industria impone, llega a la ciudad de San Juan un quinteto de músicos cargado de múltiples sonoridades. Edgardo, Luciano, Marcelo, Lucas y Santiago forman "Puente Celeste", un grupo que pone al frente temas instrumentales como canciones que lleva a la integración del folklore latinoamericano, el tango, ritmos africanos, cool jazz, sonidos urbanos. En algunos pasajes puede llegar a ser culto, en otros popular. Lo cierto es que su propuesta radica en la convivencia de una amplia gama de composiciones diferentes entre sí. Con todo ello, los cinco festejan 10 años como conjunto y lo celebran recorriendo las provincias argentinas. A través del programa Música en el País, de la Secretaría de Cultura de la Nación, "Puente Celeste" se presentará en el Teatro Muncipal (frente a Plaza 25 de Mayo) esta noche a las 22, en un show apto para todo público y con entrada libre y gratuita. Aprovechando la oportunidad, promocionarán su nuevo disco y dvd. DIARIO DE CUYO dialogó con Santiago Vázquez, el fundador de la banda que vio la luz allá por 1997.
Santiago es percusionista, compositor, guitarrista y toca la mbira, un instrumento africano. Para él la esencia del grupo es que cada instrumentista deja fluir lo que tiene en su interior. "Es un espacio de concfluencia de lenguajes sonoros de cada uno de nosotros y se manifiesta a la hora de tocar. Somos directos para encarar al público y sentimos placer porque somos niños jugando con los instrumentos", expresó Vázquez quien además es el creador del grupo de tambores de La Bomba de Tiempo.
Cada integrante de "Puente Celeste" domina perfectamente su intrumento y aportan a los arreglos, composición y acordes en cada canción. Santiago está a cargo de la percusión. Edgardo Cardozo de las guitarras, Luciano Dyzenchauz con el contrabajo y bajo, Marcelo Moguilevsky en vientos y Lucas Nikotian en el acordeón y piano.
"La gente que asiste a nuestros conciertos sale agradeciendo porque la llevamos a un viaje de colores, sonidos y melodías con la intención que disfruten y se relajen a escuchar. No hay coreografías, ni efectos especiales, sólo música, complicidad e improvisación en tiempo real", agregó el percusionista.
