Eran vecinos, cuñados y compadres. Sin embargo, no se podían ni ver. Los problemas entre esos dos hombres venían desde hace tiempo y para agravar la situación, vivían separados solamente por una vivienda en el interior del barrio Almirante Brown II, en Rivadavia. "La convivencia era imposible, se ignoraban completamente cuando se veían", contó una familiar. Una complicada convivencia que ya tenía denuncias por lesiones y hasta una detención por amenazas con arma de fuego por parte de uno de ellos en marzo pasado, según la policía. Para colmo de males, los hijos de ambos, que a su vez son primos, mantenían esa absurda rivalidad entre familias y cada vez que podían se provocaban. La noche del domingo último, ese enfrentamiento llegó a su punto límite y la vida de Daniel Antonio Varela (49) llegó a su fin casi frente a su casa.
La versión policial y familiar es que dos de los hijos del fallecido, fueron provocados por sus primos que tomaban en la vereda. La trifulca desencadenó una batalla campal y una lluvia de todo tipo de objetos en plena calle. En ese momento, Varela salió de su casa y trató de frenar la pelea. Su cuñado, Felipe Santiago Murúa (60), también salió, pero con otra intención: fue y le dio tres puntazos, el letal en medio del pecho, contaron en la policía. Como si nada, el agresor regresó a su casa y el herido quedó tendido en la vereda. Una ambulancia después lo trasladó al hospital, pero a los 10 minutos de ingresar, falleció. Luego, la policía apresó al presunto asesino.
Según una familiar (pidió no ser identificada), Varela se ganaba la vida juntando cartones y chatarra en una vieja camioneta. En la época de cosecha usaba su vehículo para hacer fletes. Tenía 7 hijos, de entre 25 y 14 años, y estaba casado con la hermana de Murúa, explicaron las fuentes.
Alrededor de las 23.45 del domingo dos hijos de Varela llegaron de las casas de sus novias en la camioneta, contó la mujer. Supuestamente, sus primos estaban bebiendo a unos metros y uno de ellos se fue hasta su casa y le arrojó una piedra al otro joven. El proyectil le pegó en un pie y allí comenzó la batahola, señalaron.
Al salir a la calle, Varela habría dicho a sus sobrinos "dejen de tirar piedras manga de cu…", relató la parienta. Ahí fue que Murúa salió portando un cuchillo y le dio un puntazo en una pierna, otro en la espalda y el letal, en el pecho, dijo un investigador.
A las 00.30 de ayer, una ambulancia lo trasladó al herido hacia el hospital, pero 10 minutos después, falleció. Luego, efectivos de la Motorizada III y de la comisaría 23ra., al mando del subcomisario Marcos Moreira, apresaron a Murúa en su casa y secuestraron varios cuchillos.
Por otra parte, los pesquisas señalaron que el presunto homicida tiene un frondoso prontuario y el pasado 14 de marzo estuvo preso por amenazar con un revólver a la familia de Varela. Y habría cumplido una condena de 6 años por haber asesinado años atrás a su suegro, dijeron fuentes policiales.
