"Era un hombre genial, culto, bueno… sobre todo, bueno", apuntó Fernando Rojas Silva, quien cultivó una amistad de décadas con Daniel Rabinovich, uno de los integrantes más populares de Les Luthiers, quien murió ayer a los 71 años por problemas cardíacos de larga data.
"Mi señora me despertó llorando, porque había escuchado la noticia en la radio. Mi relación con él era de amistad, fue una gran amistad", contó en una charla con DIARIO DE CUYO el sanjuanino, recordando cuando se conocieron, a mediados de los 60 en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Buenos Aires.
Escribano también de profesión, Rabinovich nunca ejerció, sino que se volcó a la música y la actuación, integrando Les Luthiers desde el comienzo, junto a Marcos Mundstock, Gerardo Masana, Jorge Maronna y Carlos Núñez Cortés.
"No nos veíamos muy seguido, pero nos juntábamos en la época de vacaciones, compartimos muchas veces en Punta del Este. Él vino al casamiento de mi hijo Fernando", comentó el sanjuanino, quien visitó por última vez a Rabinovich en marzo, cuando viajó a Buenos Aires por un chequeo médico. "Había salido de la primera etapa de su enfermedad, lo trataron y pareció que salía, pero después, le dio la recaída y prácticamente lo internaron en la casa", relató.
Rojas recuerda el comienzo de todo. "Me acuerdo como si fuera hoy. Estábamos estudiando en la biblioteca de la Facultad de Derecho y me dijo: ‘Fernando, acompañame que vamos al teatro IFT, porque vamos a actuar, tengo un conjunto’. Me contaba que habían empezado como un hobby, pero que se sentían como profesionales. ‘Es muy distinto lo que hacemos’, me decía", rememoró el sanjuanino, que agregó que más de una vez fue testigo "de la creación de sus singulares instrumentos".
