Racing Club se mostró efectivo en los momentos claves y le ganó con justicia a Boca Juniors por 4-2, recuperándose de la caída ante Estudiantes, también por la “Copa de Oro” que se juega por el fútbol veraniego en Mar del Plata.
El partido largó a buen ritmo y en ese panorama, Racing aprovechó sendos errores de la defensa rival y se puso dos goles arriba. Primero fue Milito. Después Acuña. Boca trató de reaccionar. Tuvo sus oportunidades pero la primera parte se fue con la ventaja rival.
Después, en el complemento se acentuó el dominio de Racing. La Academia, con la tranquilidad que le daba la ventaja en el marcador, se mostró siempre más pensante y seguro que el Xeneize.
Promediando la etapa, Sava sacó a Milito, ya cansado, y mandó a Roger Martínez para que fuese eje de los contragolpes. Pero Boca sorpresivamente descontó y el partido cambió. Es que a los 20’ Acuña agarró en el área a Rolín y Delfino marcó penal. Lo ejecutó Chávez, atajó Ibáñez, pero el delantero de Boca sacó provecho del rebote y anotó de cabeza.
Ahí nomás, el mismo Chávez, tras un centro, bajó la pelota con el pecho en el área y la mandó al fondo de de zurda para anotar la igualdad. Iban 25 minutos y todo estaba como al principio.
Pero si el penal en favor de Racing fue discutible, Delfino (de floja actuación) cobró otro en favor de la Academia aún más raro, de nuevo por un agarrón. Y a Bou no le tembló nada porque se la picó a Sara para un nuevo desnivel. Apenas dos minutos después, Bou se mandó una jugada individual de película -con dos caños incluidos- y a Magallán no le quedó otra que agarrarlo (lo expulsaron) para el tercer penal de la noche. Bou, definiendo de otra forma, lo transformó en gol y Racing volvió a pasar adelante por dos goles (4-2). Quedó tiempo para una segunda expulsión en Boca (Rolín), pero ya nada varió.
