Era el día. Así lo habían bautizado los eufóricos hinchas de Boca que después de aquel título del 2011 con Falcioni al frente querían terminar con el suspenso. Era el día porque San Lorenzo había caído, porque Rosario Central metía presión pero todo dependía de Boca. Y el gran candidato, les falló. La presión de Racing en el primer tiempo, el descontrol en el que entró, dos expulsiones y dos penales lo terminaron dejando con la boca abierta en un cierre de Torneo de Primera División apasionante. Racing, con gran actitud y concentración, se aprovechó de una noche negra de Boca y lo doblegó 3-1. Lo justificó en el primer tiempo y lo potenció con la autoridad de sentirse superior ante un equipo que dejó pasar una de las chances que tenía de ser campeón. Ahora, en el próximo capítulo, tras las elecciones, será otra vez el ‘día’ que tanto quiere Boca desde hace un rato. Pero ayer, no fue. Era el domingo de campeonato pero quedó en nada.
El primer tiempo fue sencillamente electrizante porque la rápida apertura del marcador por parte de Racing puso a Boca en otro escenario más desafiante todavía. Es que a los 5’ después de que Saja le tapara el primer gol a Lodeiro, salió la contra furiosa de la Academia por la derecha, la tocaron entre Noir y Pillud para que viniera el centro exacto y medido para Acuña que anticipó a Tobio abriendo el marcador. Boca se fue encima marcado por el coraje que lo caracteriza. Y así empezó a merodear el arco de Saja. No tenía toda la profundidad necesaria pero a los 22’ se iluminó Tevez, metió un taco delicioso para Erbes y cuando lo presionó el arquero, decidió cederle la pelota a Calleri que de zambullida, empató. Era justicia. Por lo que uno y otro habían mostrado hasta ahí.
Se hizo intenso, parejo. Con Boca buscando y Racing esperando la contra para lastimarlo por los laterales y así, a los 33’ llegó la jugada que marcaría al menos este primer tiempo cuando Voboril ganó, metió el centro para el paraguayo Romero y cuando este definió, entre la cabeza y la mano del Cata Díaz abrieron la polémica del torneo tal vez. El asistente de Loustau vio penal y lo cobraron, con expulsión de Díaz como extra. Lo aprovechó Bou para marcar y poner el 2-1 parcial que abría otro escenario. En el complemento, bajaron el ritmo. Racing ya no presionó tanto y Boca, con uno menos, intentó asegurar la pelota en cada pase.
Empezaron las modificaciones y después de los 20’ de esa presión obligada que intentó Boca, fue Racing el que se acomodó mejor para cuidar esa ventaja y soñar con definirlo. Y a los 42 llegó la gran chance cuando le cometieron penal a Camacho y Saja lo cambió por gol para poner el 3-1 definitivo. No hubo milagro en Boca. Un Racing con mucha actitud, dejó abierto un capítulo más de un torneo que parecía tener dueño.
