Buenos Aires.- El partido que disputaron Huracán y Racing en Parque Patricios fue uno de esos espectáculos en los que no existía la presión. Como ambos tenían la cabeza puesta en la Copa Libertadores, donde debían buscar la clasificación a los cuartos de final de visitante, los protagonistas jugaron sin temores a la derrota. El encuentro terminó 1 a 0, a favor de la Academia, que terminó con 9.

El espectáculo fue abierto. La velocidad de Ezequiel Miralles desarticuló la estructura defensiva de la Academia, mientras que la calidad de Diego Milito y la clase de Rodrigo De Paul mantuvieron en jaque a Marcos Díaz.

El grito lo tuvo el conjunto de Avellaneda. La triangulación entre Facundo Pereyra, el Príncipe y Roger Martínez derivó en el 1 a 0 para la tranquilidad de Facundo Sava. Fue una de las pocas ocasiones en la que los suplentes le daban la derecha al Colorado.

Sin embargo, en el complemento la irresponsabilidad del colombiano despertó la preocupación en el elenco albiceleste. Una dura patada sobre Lucas Chacana obligó a Germán Delfino a expulsar al cafetero. Con inferioridad numérica cambió la ecuación.

Las constantes amenazas de Alejandro Romero Gamarra hicieron que Racing apueste por los contragolpes comandados por Pereyra. El ex Gimnasia se las ingenió para lastimar a la última línea quemera, aunque la más clara para definir el pleito fue la que tuvo Milito, quien no encontró explicaciones en la tapada de Marcos Díaz.

Finalmente el triunfo fue para la Academia. El sufrimiento valió la pena, sobre todo si se tiene en cuenta que el combinado de Sava terminó con 9 por la expulsión de Yonathan Cabral. De todos modos, en Avellaneda son conscientes de que el compromiso más importante del semestre lo tiene el miércoles ante Atlético Mineiro. Una situación similar a la que debe afrontar Huracán en Colombia contra Atlético Nacional. Ambos cruzarán la frontera con el deseo de clasificarse entre los ocho mejores del continente.