El cáncer de mama es el resultado del crecimiento descontrolado de células anormales en las glándulas mamarias, que forman un tumor maligno, que comienza siendo muy pequeño, pero puede llegar a duplicar su tamaño cada 90 días.

Esta enfermedad puede aparecer a cualquier edad, pero la mayor incidencia sucede entre los 45 y 75 años.

En general el cáncer mamario no presenta síntomas y no produce dolor, por lo que es difícil detectarlo.

Los indicadores son:

-Presencia de uno o más bultos o nódulos en los senos o las axilas.

-Inflamación constante de las mamas.

-Piel rugosa o escamosa.

-Cambios de forma o tamaño en los senos o los pezones (hundimiento, rigidez, enrojecimiento).

-Secreción de líquido proveniente del pezón, que puede ser sanguinolento, de claro a amarillento o verdoso y lucir como pus.

Por otra parte los síntomas del cáncer de mama avanzado pueden abarcar dolor óseo; dolor o molestia en las mamas; ulceras cutáneas; hinchazón de un brazo (próximo a la mama con cáncer) y pérdida de peso.

Ante la presencia de algún síntoma lo fundamental es concurrir a un ginecólogo para realizarse una mamografía.